Jean-Paul Belmondo, el actor francés que saltó a la fama internacional en 1960 con la película Al Final de la Escapada de Jean-Luc Godard Breathless, falleció a los 88 años. El abogado del actor confirmó la noticia a la AFP .
Belmondo, apodado Bébel por el público francés, se convirtió en una de las estrellas más grandes en los años 60 y 70, su rostro de aspecto maltratado contrastaba con los rasgos cincelados de Alain Delon. Belmondo fue una figura clave de la destacada generación cinematográfica europea on la serie de películas que realizó con el propio Godard.
Nacido en 1933 en el acomodado suburbio parisino de Neuilly-sur-Seine, hijo del escultor “pied-noir” Paul Belmondo, Belmondo asistió a varias escuelas privadas de élite, pero le fue mal. Mostró más interés en el deporte y realizó una breve carrera de boxeo amateur cuando era adolescente. Después de contraer tuberculosis, se interesó en la actuación y se postuló para integrar un lugar en la Academia Nacional de Artes Dramáticas, y finalmente ganó un lugar en 1952.
Después de graduarse, Belmondo comenzó a actuar en el teatro, apareciendo en obras de Anouilh, Feydeau y George Bernard Shaw. También consiguió pequeños papeles en el cine: en uno de ellos, la comedia Un Drôle de Dimanche de Marc Allegret de 1958, fue descubierto por Godard, que todavía era crítico en Cahiers du Cinéma. Godard lo eligió en un corto de 12 minutos, Charlotte y su novio, anunciado como “un homenaje a Cocteau”, que consiste en el personaje de Belmondo despotricando contra su novia en una habitación de hotel. (La voz fue proporcionada por el propio Godard, después de que Belmondo fuera reclutado en el ejército para servir en Argelia).
Belmondo se especializó en interpretar a gánsteres y maleantes, aunque consiguió un gran éxito en 1962 con Cartouche, interpretando a un espadachín sinvergüenza del siglo XVIII frente a Claudia Cardinale. That Man from Rio – una parodia de espías con Françoise Dorléac – fue otro gran éxito con el mismo director, Philippe de Broca, y estaba más en sintonía con los gustos del propio Belmondo, quién le dijo al New York Times en 1964 : “Realmente prefiero hacer películas de aventuras como Río a las películas intelectuales de Alain Resnais o Alain Robbe ‐ Grillet”.
En 2001, fue hospitalizado con un derrame cerebral y no hizo ninguna película hasta 2009, que participó en A Man and His Dog, que no ocultó los efectos de su condición. En junio del año pasado fue visto asistiendo al funeral del comediante y guionista Guy Bedos en París.
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