La exuberante actriz que cautivó a todos los argentinos en la década del 60, murió este jueves por la noche en su casa donde se encontraba con un cuadro de salud muy delicado que se había deteriorado en los últimos meses, con dificultades cardíacas y renales. Además, tenía Alzheimer.
Según informó su amiga Adela Montes-en diálogo con Teleshow- la actriz de 83 años -quien filmó más de 30 películas- había sido internada de urgencia en el Hospital Rivadavia por una neumonía.
Pero al recibir el alta, siguió con una internación domiciliaria coordinada por su única hija, la kinesióloga Leonor Barujel-Vichich, quien montó en el departamento de la actriz en Palermo, una estructura con dos enfermeras que la asistían las 24 horas y el equipamiento clínico necesario.
Los problemas comenzaron hace tres años cuando Libertad viajó a España para vender un departamento y sufrió una afección cardíaca. Para Adela “después de eso volvió a la Argentina y comenzó un tratamiento, pero ya nunca volvió a estar del todo bien. Se la veía muy decaída, pasaba mucho tiempo en la cama y comenzó con un principio de Alzheimer”.
“La diosa blanca” como la llamaban a Libertad fue una mujer que rompió moldes para la época en la que trabajaba en el mundo del espectáculo y vivió coherente con su nombre.
Con Isabel Sarli le crearon una rivalidad que no existía. Eran la morocha y la rubia, pero también la artista dependiente del productor y la que se las arreglaba sola.
Sin embargo, muchos años después las dos grandes artistas solían llamarse por teléfono y la rubia le aconsejaba:
“Coca, dejá esos 70 perros. Es mejor tener un señor en tu casa. Será que yo prefiero los bichos, pero de dos piernas”.
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