El presidente Javier Milei prometió que continuará con aplicando la motosierra durante el año 2025, y anticipó la eliminación de más desregulaciones, el tratamiento de una agenda de privatizaciones e impulsar una reforma laboral en su segundo año de gestión.
“Vamos a seguir quitando regulaciones. Vamos a avanzar en una agenda de privatizaciones y en una profundización de la reforma laboral”, aseguró en una entrevista a la revista Forbes, y agregó: “En la medida en que salga la reforma laboral podemos avanzar en una reforma previsional”.
En la misma línea, reveló que eliminará “cerca del 90% de los impuestos -no de la recaudación”, e irá a un sistema que contenta no más de seis tributos.
El mandatario planteó además que para abrir el cepo la inflación deberá reducir la inflación al 1,5% mensual, se deberán resolver los problemas de stock del Banco Central y la base monetaria en el formato tradicional tendría que coincidir con la base monetaria amplia. “Se tienen que cumplir esas tres metas para que podamos abrir el cepo sabiendo que no va a generar inestabilidad de la demanda de dinero. Ese es el eje central. Ya tenemos menos inflación que el mundo, porque sacas el crawl y estaríamos en deflación”, diagnosticó.
En otro pasaje de la entrevista, el libertario planteó además la necesidad de aplicar reformas estructurales en el gasto público, con una fuerte reducción presupuestaria en las áreas que considera poco necesarias, lo que configurará -según definió- un modelo de gobierno “eficiente y sostenible”.
“Una forma de ganar competitividad en un modelo de transables y no transables es achicando el gasto público. Bajamos el gasto público 30% en términos reales”, argumentó al tiempo que remarcó que su administración “viene bajando la pobreza de manera sustancial”.
Pese a la afirmación sobre el índice de pobreza, el mandatario evitó hablar de cifras: “No caigo en esas estimaciones. Yo me ocupo de hacer bien mi trabajo. Después, hay un montón de cuestiones que tienen que ver con las decisiones de los seres humanos que me exceden a mí, sobre todo siendo liberal”.
“Teníamos controles de precios que ocultaban la verdadera pobreza (…). Para diciembre/enero, las estimaciones de González Rosada, de la Di Tella, dicen que era de 57% la pobreza verdadera que nos dejó el kirchnerismo. Hoy ese número está en 46%, la bajamos en 11 puntos porcentuales. Hace más de seis meses que los salarios no solo le vienen ganando sistemáticamente a la inflación minorista, sino que le vienen pasando por arriba a Alimentos y Bebidas”, planteó.
Asimismo, insistió en que la pobreza “va a seguir cayendo”, y destacó haber eliminado “el peor impuesto que hay para los vulnerables: la inflación”. Además, aseguró que la otra forma de abonar a la reducción del preocupante índice es generar crecimiento económico. “La Argentina tocó piso en marzo/abril y a partir de ahí la tasa de crecimiento implícita a hoy sería 10%. Si tomo la última estimación de las cuentas nacionales, el tercer trimestre la economía creció 3,9%”, apuntó.
La política tradicional, su estilo y el rol de Karina Milei
El jefe de Estado calificó a lo que denomina “políticos tradicionales” como “la máquina de impedir” y sostuvo que se aferran a “ideas que han fracasado sistemáticamente en Argentina y en todos los lugares que se aplicaron”.
“Uno se pregunta por qué defienden estas cosas. Puede ser porque son ignorantes. Pero pueden ser ignorantes con capacidad de aprendizaje. O no quieren aprender porque tienen intereses. Es muy difícil convencer a alguien de que está equivocado cuando sus ingresos dependen de ese error. La política encontró un negocio para la propia casta política y esto pone en jaque su modo de vida”, desarrolló.
Por su parte, cuestionó las recetas económicas regulatorias de los gobierno que lo antecedieron, incluso el período en el que Juntos por el Cambio estuvo frente a la presidencia, y cargó con dureza contra Elisa Carrió, impulsora de la Ley de Góndolas. “Los kirchneristas eran cavernícolas. Literalmente. Querían controlar los precios mandando matones a los supermercados (…) Pero en Juntos por el Cambio, la monumental ignorante de Carrió es la responsable de la Ley de Góndolas, que es una suerte de control de precios”, aseveró.
“La diferencia es que, mientras que el kirchnerista te mandaba los matones, los cobardes tipo Carrió o Prat Gay te mandan a las fuerzas de seguridad, para no tener que hacerlo ellos, pero a los efectos prácticos es lo mismo. Es grave”, planteó.
Consultado por sus excéntricas formas a la hora de expresarse, Milei afirmó que no está dispuesto a cambiar porque considera que la sociedad lo votó por su forma de ser. “No soy un engendro del coaching. Una de las cosas por las cuales admiro a Santiago Caputo y soy feliz trabajando con él es porque en ningún momento tuvo la osadía de querer cambiarme. No voy a ficcionarme”, aclaró.
“Yo soy el que soy. Te gusta, bien. ¿No te gusta? No me votes (…). Estoy cumpliendo con todas las promesas que hice, algo inédito para la política. Prefiero decir una verdad compleja antes que una mentira agradable”, insistió.
Si bien se mostró determinante, el Presidente confesó que cometió un error al haber echado al ministro de Infraestructura, Guillermo Ferraro, quien murió el 4 de diciembre de este año. También reveló que su hermana, la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, es la encargada de marcarle sus equivocaciones: “Mi hermana me recontra caga a puteadas si me engancha meando afuera el tarro”, contó.
Pese a los trascendidos que aseguran que la menor de los Milei será candidata en las elecciones legislativas del año 2025, el mandatario negó esa posibilidad. “El otro día estaba desde Italia dando una nota, me lo preguntó Luis Majul, se lo preguntamos y dijo que no. Igual yo no me meto con esas cosas porque yo recuerdo que en diciembre del 2018 le dije a Alberto Benegas Lynch (h) que ni loco y, sin embargo, mire dónde terminé”, ironizó.
Milei volvió a calificar a Karina Milei como “la tierra”, y postuló que es quien no le permite tener “ni el más mínimo desvío de nada”. “Está construyendo la herramienta política para que podamos estar confortables en nuestros armados políticos. Eso es lo que a ella la motiva y la mueve”, sostuvo sobre el rol de la funcionaria en el armado de La Libertad Avanza como sello partidario.
Por último, de cara a la sociedad el mandatario prometió profundizar su programa económico y hacer del país “un potencia mundial” en el plazo de 40 años. “Mi sueño es que, cuando termine mi desempeño en la función pública, Argentina sea el país más libre del mundo. No voy a descansar un minuto hasta asegurarlo”, concluyó.
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