Días atrás, el Teatro del Châtelet de París se convirtió en el escenario de un acontecimiento histórico. Allí, en medio de una lujosa ceremonia, Lionel Messi ganó su séptimo Balón de Oro y volvió a marcar un hito en su carrera. Para honrar el nuevo galardón, la revista France Football lanzó una entrevista exclusiva.
Para comenzar, el futbolista se refirió a sus orígenes y educación: “Vengo de una familia de clase obrera, mi padre trabajaba todo el día y vivíamos en un barrio bastante modesto. Pero nunca nos faltó de nada gracias a Dios. Mis padres me inculcaron el respeto, en particular con el resto, el trabajo y la humildad. Crecí con estos valores”.
En la misma línea, se refirió a ser “el mejor de todos los tiempos” y aseguró que “nunca buscó serlo”. “Nunca dije que soy el mejor de la historia ni intento hacerme esa idea. Para mí ser considerado uno de los mejores de la historia es más que suficiente. Es algo que no me interesa, no cambia nada ser considerado el mejor o no. Y nunca busqué serlo”.
“No sé si soy un modelo a seguir… No me gusta ser un modelo a seguir o dar consejos. Luché por mis sueños. Al principio fue para ser jugador profesional, luego intenté superarme y lograr nuevos objetivos cada año”, remarcó.
Al ser consultado por el rol de Antonela Roccuzzo en su vida, el rosarino fue contundente: “Es alguien extremadamente importante en mi vida. No solo porque es la madre de mis hijos, sino también porque ha estado conmigo prácticamente desde el comienzo de mi carrera”.
“Me conoce de memoria y sabe comportarse conmigo, dependiendo de cada situación. Especialmente cuando estoy triste o no puedo lograr mis objetivos”, sostuvo el deportista surgido en Newell’s.
Por último, hizo alusión a lo que es ser Messi: “He sido Messi durante treinta y cuatro años, así que estoy empezando a acostumbrarme”. Y concluyó: “Estoy contento con todo lo que he pasado, aunque a veces tengo que admitir que me gustaría pasar desapercibido, disfrutar de mi familia sin que la gente me reconozca“:
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