La reina Máxima de los Países Bajos arribó al aeropuerto de El Calafate junto a su esposo, el rey Guillermo, y sus tres hijas, Amalia, Alexia y Ariane. La familia real llegó a bordo de un avión Bombardier Global 5000 alquilado, que despegó desde Ezeiza y aterrizó a las 11 en la aeroestación local.
Sin ingresar al edificio del aeropuerto, fueron recibidos en la pista por una caravana de tres camionetas y custodiados por personal de la ANAC, partiendo rápidamente hacia una estancia exclusiva donde se alojarán hasta el 24 de diciembre.
La visita, organizada con gran hermetismo, marca la segunda vez que la familia real elige este destino patagónico, siendo la primera en 2006, cuando Máxima y Guillermo aún eran príncipes. Aunque no se confirmó, podrían alojarse nuevamente en la estancia Altavista, ubicada cerca del Parque Nacional Los Glaciares, donde se hospedaron durante su primer viaje. En esta ocasión, el rey Guillermo sorprendió al conducir una de las camionetas al salir del aeropuerto, mientras la reina y sus hijas saludaron a los periodistas presentes.
El avión Bombardier Global 5000, con capacidad para 13 pasajeros y equipado con tecnología avanzada, permanecerá estacionado en el aeropuerto internacional de El Calafate durante la estadía de la familia real.
Comentarios