En el marco de su paso por Rosario para apoyar la lista “Vamos Juntos”, Lilita Carrió visito los estudios de Radio Boing. En diálogo con Nacho Russo, la ex diputada nacional por la Coalición Cívica se refirió a las nuevas generaciones, al narcotráfico, a su estadía en el Congreso y al gobierno de Mauricio Macri.
“Cuando estoy en Santa Fe me siento tan bien. Esta provincia me acompañó en los momentos mas difíciles. En 2003, en 2007 y en 2009. Después se fueron y volvieron, pero siempre recibí apoyo”, comenzó una de las referentes de las fundadoras de Juntos por el Cambio. Y añadió: “Hoy estoy fuera y dentro de la política, me jubilé porque no podía tener como presidente de la Cámara a un tipo como Massa”.
En la misma línea, expresó que “no siendo nada” posee responsabilidad y que eso “morirá con ella”. “Siento responsabilidad por las tragedias y el humanismo, para que la Argentina vuelva a ser el hogar de todos. No me interesan los cargos, eso es lo que me diferencia del resto”, indicó con contundencia.
“Quiero decirle a la gente que cuando se cancela la política, hay dictadura. Sin República no tenemos libertad. No nos va a gobernar el que dice disparates, sino el más duro. Y va a ser represivo, sino miren a Brasil”, manifestó aludiendo a las manifestaciones que se dieron en contra y a favor de Jair Bolsonaro.
Elecciones
Con respecto a los comicios que se celebrarán el 12 de septiembre, expresó: “Nada va a cambiar en lo económico aunque triunfemos. El padecimiento va a seguir porque las consecuencias de lo que están haciendo son graves. Por eso acompaño la lista de José Corral, Roy López Molina y Lucila Lehmann, porque son jóvenes y sanos. Estoy harta de que los buenos se mezclen con los malos”.
“Patricia (Bullrich) es mi amiga, me conoce y yo la conozco a ella. La diferencia entre nosotras es que yo no tengo aspiraciones políticas y ella sí. Quiere ser presidenta”, sentenció.
Narcotráfico
Al ser consultada por la problemática que aqueja tanto al país como a la ciudad, detalló que “desde el 2002” que “lucha” contra las bandas delictivas. “El que le abrió la puerta a la droga en Argentina fue Carlos Saúl Menem. El 80% de su campaña fue financiado con dinero ilegal, están los informes en Nueva York”, comentó.
“Desde que comencé a caminar la provincia por allá en los 2000 les avisé de Los Monos. Sabía que la droga entraba por Ceres, tenía que ir a Villa Gobernador Gálvez con custodia. Vi la complicidad de los Gobiernos y fui contra Bonfatti. Ahí conté con el apoyo de Patricia también”, argumentó la ex política.
Los jóvenes y el exterior
“A los que se están yendo, quiero decirles que nos abandonan a los más grandes. Nos dejan solos con esta lucha. Si se van a ir, no vayan a votar”, respondió al ser interpelada por la cantidad de argentinos que se trasladan a otros países. En la misma línea, explicó que “lo vive en carne propia” porque su hijo “se fue a los 22 años”.
“Me dijo que no quería vivir en un país lleno de mentiras y lo padezco. Estaba harto de mi y de mi imagen. Pero hay que luchar porque este es nuestro hogar, no hay que cederlo”, remarcó.
Mauricio Macri
Respecto a su vínculo con el ex presidente Mauricio Macri, quien también recorrió las instalaciones de Grupo Boing, sostuvo: “Mi relación con él está excelente. Nos peleamos, discutimos, gritamos y culpamos, pero al final nos terminamos reconciliando”.
“Mauricio dice barbaridades, pero las dice. Eso es mucho mejor que la hipocresía. Su Gobierno fue como el de Marcelo T. de Alvear y después del primer golpe del 30′, se convirtió en la primera persona no peronista que no fue derrocada”, recalcó.
También, sostuvo que “tuvo la voluntad de cambiar la Nación” y que eso “le costó la familia”: “Tiene dos caras, una que es Juliana Awada y otra que pasa por el fútbol, a donde no me quiero meter porque hago desastres. Para mí, fue el mas sincero dentro de la política. Nuestro vínculo se caracterizó por la franqueza”.
Autocrítica
Luego de referirse al oficialismo y a la oposición, señaló sus principales defectos: “Soy loca, sucia y la peor de todas. Pero no me arrepiento de haberme recibido a los 20 y de luchar toda la vida con un psiquiatra. Mis errores son lo que me definen como persona, lo que me construyen como ser humano”.
“Nunca robé, nunca mentí y nunca viole al otro. Soy sincericida desde que nací, esa es mi principal autocrítica. Además, soy un error del sistema porque Alfonsín se hizo cargo de mi. Cuando mi papá le aviso que iba a ser convencional y que iba a votar en contra del pacto de Olivos, le dije que jamás iba votar algo que no le enseñaría a mis alumnos”, formuló.
Religión
“La eucaristía diaria me salvó la vida. Quiero morirme para ir con Dios, porque es una aventura que no puedo perderme”, inició al ser interrogada por su fe. Y siguió: “Hay días que me peleo con el de arriba, sobre todo cuando no doy mas. Lloro muchísimo”, concluyó.
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