Los investigadores del caso Lucas González analizan imputar y detener a policías por “plantar” un arma en el auto en el que viajaban los jóvenes que salían de un entrenamiento en el club Barracas Central. En este marco, la acusación caería sobre ellos por “encubrimiento” y difundir una hipótesis falsa de una supuesta persecución y tiroteo en el hecho.
En la mañana de hoy los padres de la víctima, Cintia López y Mario “Peka” González, declararon durante dos horas ante los fiscales de la causa. Se quebraron en varias oportunidades y relataron las horas previas y posteriores al hecho.
De esta manera, los fiscales Leonel Gómez Barbella y Andrés Heim, analizan la posibilidad de solicitar nuevas detenciones de efectivos de la Comuna 4 de la Policía de la Ciudad que acudieron al lugar del hecho horas después de lo ocurrido para adulterar la escena del crimen y así encubrir a los tres acusados por el asesinato.
Para los investigadores la posibilidad de que el arma estuviera plantada en la Volkswagen Suran en la que viajaban los futbolistas tomó fuerza a partir que los juveniles de Barracas Central negaron haberla tenido, al tiempo que los tres policías tampoco la mencionaron. Gregorio Dalbón, abogado de la familia, expresó en la puerta de la fiscalía que “los que se encargaron de plantar el arma no son los mismos que se encargaron de matar a Lucas”, y anticipó: “No nos vamos a quedar con estos tres policías solamente”.
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