Newell’s, la hinchada, Taffarel y la Comisión Directiva descansan sobre dos grandes almohadones, como lo son los dos triunfos consecutivos y el parate FIFA. Luego de la derrota ante Sarmiento de Junín hace solo dos semanas, el ciclo del entrenador interino parecía acabado, mientras los dirigentes recibían reveses de los candidatos a tomar las riendas del primer equipo.
Pero apareció Román Bravo sobre la hora frente a Independiente y el panorama cambió. Ese mismo escenario se acrecentó luego que Pablo Pérez disparara desde el borde del área y decretara la segunda victoria seguida para el rojinegro.
En este marco, Adrián Blas Taffarel tendrá dos semanas por el parate FIFA para aceitar el funcionamiento del equipo, que por momentos se vio superado por los comandados por Gustavo Munúa. Con el arco y la defensa medianamente resueltos con el ingreso de Ramiro Macagno y el juvenil Tomás Jacob, la mitad de la cancha aparece como ese punto a resolver.
Jerónimo Cacciabue fue de los “recuperados” por el técnico y Pablo Pérez, aunque se cansó rápido, demostró su jerarquía para darle la victoria al local. Sin embargo, por momentos perdió en ese lugar y complicó la salida desde abajo de los centrales. Algo que el ex entrenador de la 6ta deberá resolver de cara al choque con Arsenal en Sarandí.
Las dos victorias y el parate FIFA significan tiempo en el reloj de Taffarel para acomodar engranajes. Pero también para la dirigencia a la hora de pensar en el sucesor oficial de Fernando Gamboa.
Con la negativa de Heinze, Berizzo, Vojvoda y Beccacece; Ignacio Astore y Larry Saldaña continuarán con la danza de nombres sin resultados entre semanas que puedan desestabilizar la continuidad del interinato. A estas horas, Darío Franco, Diego Osella, Pedro Troglio y Javier Sanguinetti son quienes tienen más posibilidades, a pesar de no terminar de aunar el consenso necesario en la dirigencia.
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