Desde hace casi veinte años, los empleados de Aguas Santafesinas cobran un “plus por productividad” que ningún gobierno provincial puso en discusión en todo este tiempo. En lo presupuestado para 2024, el gasto por ese rubro superaría los $5 mil millones, a razón de casi tres millones de pesos por trabajador que lo recibe. “Un privilegio que tiene Obras Sanitarias y ningún otro gremio”, afirman desde la gestión de empresa, con decisión de a ir a fondo con los recortes.

Con la emergencia vigente, el gobernador Pullaro prevé quitar ese beneficio y ahorrar así más de dos mil millones de pesos. “Es que el pago de ese premio se hacía en tres cuotas y la primera parte ya se pagó”, sostienen en la Casa Gris.

A comienzos de septiembre, quien había brindado datos sobre los desmanejos en Aguas había sido su propia presidenta, Anahí Rodríguez. En una conferencia de prensa en Santa Fe junto a Julio Schneider -ex ministro de Obras Públicas provincial y actual asesor del directorio de ASSA- se había dicho:  “La primera decisión que tomó la actual gestión fue reducir la estructura gerencial, que fue posible porque el propio directorio ahora asume esa función. Se logró una reducción de los cargos gerenciales del 35%”.

Además, según informó la propia empresa, se viene haciendo desde diciembre una revisión de los pases a planta que se dieron en los últimos meses de 2023 y se achicó a la mitad el ausentismo.

En la Empresa Provincial de la Energía se viene un panorama similar: “Encontramos un festival de horas extras y el control por parte de los sindicatos de los ingresos a Aguas o el privilegio inaceptable de que en la EPE se hereden los puestos de trabajo entre familiares. En las dos firmas, que funcionan con la plata de los santafesinos, había un descontrol del uso de los vehículos, que se los llevaban a su casa para cuestiones personales. Todo eso es lo que estamos poniendo en crisis. Y seguro van a venir las reacciones”, refleja con dureza una voz del oficialismo, en diálogo con Red Boing.