El precio de los huevos aumentó entre un 40 y un 50 por ciento en la última semana producto de algunos factores que afectaron la producción avícola. El consumo de huevos, por su parte, bajó en promedio por habitante, más allá de que en la primera etapa de la pandemia cambió el modelo de compra de la media o la docena al maple. El calor y la crisis económica hicieron que caiga la oferta.
Durante el 2021 cerraron entre 30 y 40 granjas producto de la distorsión de precios que generaron algunos programas de control. Los costos altos y la imposibilidad de comercializar a un precio razonable hizo que vayan bajando las persianas muchas bocas de expendio de productores. Por este motivo, el stock de gallinas ponedoras bajó de 48,4 millones a 47 millones.
A esta crisis, se le sumó la ola de calor de los meses de diciembre y enero, que generó una baja de otras 3 millones de gallinas. Si sumamos, se perdió alrededor de un 10% del stock total de gallinas y eso impacta derecho en la oferta. Además, las que viven, producen un 20% menos de huevos.
Desde el sector indican que sucede lo mismo que con otros productos, que se pisa el precio y cada 1 año o 18 meses llegan aumentos de golpe que afectan a los consumidores pero también a los pequeños comerciantes.
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