Este jueves imputaron en el Centro de Justicia Penal a Nicolás Lemo como presunto autor de la balacera contra la casa y el comercio de Carlos Pighín, presidente comunal de la localidad de Alvear, a pocos kilómetros de Rosario. La acusación estuvo a cargo del fiscal Franco Carbone y la investigación fue de la PDI, que logró la detención pocas horas después de ocurrido el hecho, que la jueza Valeria Pedrana calificó hoy de “institucionalmente grave”.
Para la resolución del caso, fue clave la utilización de las cámaras de seguridad que existen en la comuna de Alvear, de acuerdo a lo que había dicho su titular Carlos Pighín antes de entrar a la audiencia, en la que estuvo presente. Los dichos del funcionario fueron ratificados por Carbone al presentar la imputación. De acuerdo a lo explicado por el fiscal ante la jueza y delante del acusado, Lemo y un adolescente de 17 años que está prófugo fueron dos veces el lunes por la noche desde Villa Gobernador Gálvez hasta la zona en la que dispararon. La primera fue para hacer tareas de inteligencia y la segunda para concretar el atentado. Lemo quedó ahora en prisión preventiva efectiva por el plazo de ley.
Los disparos, de acuerdo a las pericias de la PDI fueron seis, contra la farmacia y la casa del funcionario. La jueza, al resolver, dijo que se podría haber matado a alguno de los familiares de Pighín. Además, resaltó que atacar la casa del titular de una institución municipal es como atentar contra toda esa comunidad.
Durante el trayecto para realizar la balacera, tanto Lemo como el menor de edad, fueron captados por diferentes cámaras de vigilancia. Seis disparos impactaron contra una persiana, en una ventana y en el mostrador de la farmacia además de la puerta de la casa del funcionario.
Lemo, de 18 años fue detenido por la brigada operativa de la Policía de Investigaciones y el Comando Radioeléctrico de Villa Gobernador Gálvez, junto al persona de la subcomisaría 8va de Alvear. Además, se realizaron varios allanamientos para encontrar la moto, que terminó en el mismo domicilio que Lemo. Otro dato llamativo de la audiencia fue que el joven acusado de efectuar los disparos contra el jefe comunal de Alvear tenía trabajo como repartidor durante el día, vivía con su madre y su hermana, que trabaja en una firma de fabricación de electrodomésticos de la región.
El abogado defensor de Lemo presentó estos datos para justificar el pedido de libertad mientras llega el juicio, por no haber -de acuerdo a sus palabras- “peligrosidad procesal” al integrar una familia en la que hay trabajo estable. Carbone replicó que eso no fue suficiente motivo para no ir a tirar tiros contra el presidente comunal. Además, el fiscal reveló durante la audiencia que hace poco más de un mes en el Centro de Justicia Penal se había dado a conocer la acusación contra Nicolás “Pupito” Avalle, segunda línea de la banda Los Monos y preso en una cárcel federal.
En chats que se le detectaron, hablaba con integrantes de su organización de la necesidad de hacer pie en Alvear y Villa Gobernador Gálvez, generando algún atentado que les permita discutir negocios con ambos municipios. En la misma audiencia, se supo que Avalle planteaba que Los Monos debían jugar en las internas y las elecciones de pequeñas localidades cercanas a Rosario, para poder gestionar obra pública a nivel local, como zanjeo y otros trabajos, a partir de la creación de cooperativas y que la forma de obtener esos trabajos era iba ser con extorsiones.
Red Boing consultó a Pighín sobre este tema. Reconoció que estaba al tanto de lo que se había hablado en sede judicial, pero afirmó que antes de los disparos ni él ni la municipalidad habían recibido algún tipo de agresión o mensaje mafioso. Tal vez la balacera haya sido el primero y la rápida investigación para dar con los presuntos autores del hecho hayan ayudado a evitar la continuidad de la extorsión. De todos modos, queda claro por lo que se conoció durante la audiencia que Alvear tiene un sistema de cámaras que permite dar rápidamente con el autor de una balacera.
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