Un nuevo tipo de insecto de menos de dos centímetros fue descubierto en los hielos de los glaciares del sur de Argentina y Chile. Se llama Andiperla, son larvas que viven en pequeños sumideros y arroyos sobre el hielo. Por su parte, los insectos de estos animales deambulan en la superficie helada buscando alimentos y pareja.
Sobre el Glaciar Perito Moreno, encontraron que habitaba una especie de distinto aspecto y luego de compararlo con la colección original confirmaron que era una nueva especie. Esta fue nombrada como Andiperla morenensis, en alusión a que habita sobre el Glaciar. En febrero pasado, una expedición fue en busca del insecto al glaciar Upsala.
“Tuvimos que caminar muchos kilómetros debido a la gran cantidad de masa de hielo que ha perdido el Upsala. Y hallamos varias poblaciones de Andiperla willinki, pudiendo, además, registrar sus movimientos y caracterizar su hábitat para comenzar a establecer comparaciones con los datos que se habían obtenido durante los últimos años en el Glaciar Perito Moreno”, manifestó Daniel Testoni, especialista en botánica de la Dirección Regional Patagonia Austral de la Administración de Parques Nacionales.
“Su adaptación a las bajas temperaturas es, sin duda, lo más llamativo. Se pensaba que esto lo lograba gracias a poseer anticongelantes en su sangre; sin embargo, esto no se pudo comprobar hasta ahora. Incluso, se confirmó que el rango de tolerancia de temperatura para que el Andiperla pueda vivir tiene que superar los 0 °C y hasta los 10 ° C, por debajo y por encima de esos extremos, los individuos mueren”, agregó.
Las hembras ponen sus huevos en sumideros o pozos de deshielo de diferentes profundidades. Allí es donde emergen las larvas. Se desconoce sobre el estadío larval pero se supone que son varios años, mudando hasta alcanzar un tamaño de casi dos centímetros. Las larvas son exclusivamente acuáticas, respiran por branquias y obtienen el aire del oxígeno disuelto en el agua. Los adultos, que no presentan alas, respiran oxígeno de la atmósfera y deambulan en la superficie del glaciar, buscando pareja y alimento.
Por su parte, se los ha visto comiendo restos orgánicos que se acumulan en esos pozos de agua, como hojas y líquenes y otros insectos que se caen luego de sobrevolar el glaciar. “En el Perito Moreno, que está tan cerca del bosque, se han visto restos de lengas, guindos muy cerca de los hielos. En el Upsala, debido a la gran retracción que ha sufrido el glaciar por la crisis climática, el bosque ha quedado más alejado. De hecho, también se está estudiando cómo puede influir en esta especie el derretimiento de los hielos”, cerró Testoni.
Comentarios