Lionel Messi, capitán de la Selección Argentina, brindó una nueva entrevista donde habló de diferentes temas pero sobretodo sobre el talento natural que lo llevó a ser el mejor del mundo. “Por lo que dicen, desde muy chico era diferente”, comentó a Clank!.
“La gente me iba a ver. Yo no me daba cuenta. Fui entendiendo eso cuando fui creciendo. Tenía 3 ó 4 años y no era consciente del Mundial y todos los títulos que se jugaba. Símplemente jugaba porque me encantaba la pelota, me divertía estar con una pelota. Era mi pasatiempo. Vivía a toda hora pateando y buscando a alguno para jugar. Nací con eso. Me encantó el fútbol, como a la mayoría de los argentinos, desde muy chiquito. Siempre fue mi manera de verlo, más allá de mis responsabilidades, de los objetivos que uno se proponía cuando ya era más profesional. Siempre intenté divertirme, como lo hice desde el primer día”, comentó.
Además, aclaró: “Tengo muy claro que nací así porque Dios me eligió a mí, fue un don el que me dio. Yo intenté aprovecharlo, hice todo lo posible para sacarle todo el jugo. La verdad, si bien hice muchas cosas, no hice nada para ser el jugador que ya de chiquito era”, expresó, a corazón abierto.
Por otra parte, Messi -el jugador más ganador de la historia del fútbol- explicó que hoy disfruta del día a día tanto en el Inter Miami como con la Selección Argentina “ahora más todavía” después de haber conquistado todo, tanto en clubes como en el conjunto nacional.
“Después de haber conseguido todos los objetivos y haber tenido más de lo que hubiese imaginado y soñado desde chiquito. Hoy estoy disfrutando como aquel chico. Sé que cada vez falta menos, que son menos los años que me quedan por edad. Intento disfrutar el fútbol adentro de una cancha y los momentos que vivo en el día a día también”, sostuvo.
Por otro lado, habló sobre su carácter: “Siempre fui así, muy autocrítico, creo que el que más. Soy el primero que sé cuando hago las cosas bien o cuando hago las cosas mal. Muchas veces me puteo, que cómo voy a perder esa pelota, cómo voy a perder ese pase”.
“Por ejemplo en la jugada del Mundial me quería matar porque si bien fue una pérdida lejos del arco, cerca del banco de ellos, era una pelota que la perdí por querer hacer una de más, por boludear, por no buscar ir para adelante y también porque cuando quiero hacer el último pasito medio que se me queda la pelota y me queda lejos y ahí es donde me corre el otro y me la saca”, contó.
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