Si se analiza por franja etaria la diferencia se incrementa conforme baja la edad: en la población de 50 años y más, la tasa de muerte de las personas no vacunadas fue de 233,3; mientras que con esquema completo la tasa desciende a 36. En la franja de 20 a 49, las muertes por millón de habitantes de las personas no vacunadas fueron 15,6; y con esquema completo 1,34.
Por último, en niñas, niños y adolescentes (0 a 19), la tasa de decesos por millón de habitantes fue de 1,2 para quienes no estaban vacunados, y de 0,15 para los que tenían las dos dosis.
“La mejor forma de analizar la eficacia de las vacunas es utilizar estas tasas por franja etaria, porque la edad promedio de las poblaciones vacunadas y no vacunadas son muy distintas”, indicó el bioinformático de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) e investigador del Conicet, Rodrigo Quiroga.
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