Las imágenes de los restos del cohete chino Long March 5B han caído en el mar Arábigo y se convirtieron en tendencia en las últimas 24 horas.
Según medios estatales chinos, partes del cohete ingresaron a la atmósfera terrestre a las 10:24 del domingo, hora de Pekín (02:24 GMT). Según especialistas, las fases de cohete que se desprenden en el proceso de lanzamiento vuelven a la atmósfera poco después, normalmente sobre el agua, y no llegan a entrar en órbita.
Los distintos usuarios de los medios sociales reportaron avistamientos del cohete desde Jordania, Omán y Arabia Saudí. Decenas de personas compartieron imágenes de los restos cayendo mientras amanecía en Oriente Medio.
Sin embargo, la caída de restos del cohete chino que lanzó el núcleo de su futura estación espacial, consumada sin daños este 9 de mayo sobre el Índico, abrió el debate sobre los desechos espaciales.
https://youtu.be/3rO_9GfRGQU
El administrador de la Nasa, el senador Bill Nelson, dijo en una declaración que “está claro que China no está cumpliendo con los estándares responsables con respecto a sus desechos espaciales”, horas antes de la caída en la Tierra de restos del cohete, y tras días de acusaciones de que el proceso estaba fuera de control y sin transparencia informativa.
El periódico Global Times –propiedad del órgano oficial del Partido Comunista Chino, Diario del Pueblo– publicó un editorial este 10 de mayo, en el que afirma que la reentrada en la atmósfera “es una forma común global de lidiar con los escombros de los cohetes, practicada por todas las potencias espaciales, incluido el propio Estados Unidos”, que el episodio de su último cohete Larga Marcha 5 ha sido objeto de una “exageración descarada”, y que todo procede de “personas celosas del rápido progreso de China en la tecnología espacial”.
Comentarios