A propios y a extraños, Pablo Javkin y su entorno aseguran que será candidato a gobernador. Para eso, primero, tiene que tener la casa en orden y saber quiénes serán los aspirantes a las distintas categorías locales, medir la relación de fuerzas en las internas de un frente común y, sobre todo, estudiar al peronismo que se puede hacer fuerte en este distrito. Figuras propias, alianzas y nuevos referentes pueden ser parte del esquema del intendente para finalmente salir a competir por la Casa Gris. Armadores con condiciones, un espacio opositor provincial que se dilata por la postergación de las elecciones y la alianza Arriba Rosario como estandarte.
Desde el momento en el que se barajó la posibilidad de que Javkin sea candidato a gobernador, se hablan dos cosas en el mundillo de la política local. Primero, quién le prestará la estructura provincial para poder hacer campaña, cuidar los votos en las más de 7 mil mesas de todo el territorio y lo acompañe con dirigentes locales en cada ciudad o comuna. Allí, el encuentro estratégico con Julián Galdeano, armador radical que impulsó a Carolina Losada, puede ser la llave que destrabe ese primer escollo. Con la periodista cada vez más lejos de las urnas para el 2023 -al menos en lo que refiere a Santa Fe-, ese acuerdo puede hacerse realidad.
En segundo término, la pregunta era quién es el sucesor. Casi con naturalidad y en voz de coro se escucha “la Schmuck”. La presidenta del Concejo es el número puesto para competir por el Palacio de los Leones si Javkin sale en busca de la provincia. Su diálogo con las otras fuerzas, su posicionamiento mediático en todos estos años de concejalía y su fortaleza en el apoyo no sólo del intendente sino también de su marido, rector de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), hace que nadie dude de su nombre y que ratifiquen esa idea primaria.
Sin embargo, en un frente de frentes -se está gestando un nuevo evento en Rosario con todos los sectores presentes antes de Navidad- y con la necesidad de conseguir estructura en toda la bota santafesina, no será tan simple definir la candidatura. Es probable que, de no mediar acuerdos, haya internas fuertes en las PASO del año próximo. El PRO va a tener su candidato, como así también el socialismo y el mismo radicalismo si no hay un acuerdo global.
Con Schmuck posicionada y con resto para poder salir a hacer campaña apenas suene la campana, los otros perfilamientos no son para descartar en la puja por la Municipalidad. El socialismo tiene, al menos, tres nombres arriba de la mesa. Clara García, por ahora, piensa en lo provincial, pero nadie la descarta para que compita en Rosario. Además, Leonardo Caruana hace rato que quiere ser y hay un sector interno que lo promociona como su nombre para entrar en la discusión. Verónica Irizar ya fue candidata del partido de la rosa y el lifschitzmo tampoco la saca de la escena por el momento.
El sector amarillo, por su parte, tiene distintas internas y también fue buscando nombres para posicionar. Gabriel Chumpitaz parece decidido a dar la pelea por la intendencia desde el sector de Maximiliano Pullaro. También aparece la idea de que si a nivel provincial se ratifica un nombre fuerte del empresariado, el mismo Federico Angelini, vicepresidente del PRO nacional, pueda competir por el ejecutivo rosarino. Y la figura de Anita Martínez, concejala y ex candidata a intendenta, sigue estando en el Palacio Vasallo y es una tentación para el sector que se referenció con el armado de Galdeano.
Un nombre propio que tiene Javkin y para nada despreciable es el de Ciro Seisas. El periodista llegó al Concejo ganando la contienda y hoy mira con buenos ojos salir a la cancha nuevamente el año próximo, con los votos “calientes” del 2021. Sin embargo, no tiene intenciones de ser intendente, por lo que tiene un destino casi seguro: alistarse entre los candidatos a senador por el departamento Rosario. Su pasado en el noticiero local más visto de los últimos años lo posicionan en toda la región, y el primer mandatario municipal lo va a necesitar para fortalecer su imagen en todas las localidades aledañas pertenecientes al distrito, que en la sumatoria en conjunto con nuestra ciudad son el 40 por ciento del padrón provincial. Funes, Pérez, Villa Gobernador Gálvez y Baigorria son las claves para que Ciro sea el hombre de Javkin camino al Senado.
El titular del Ejecutivo Municipal tiene el objetivo claro, pero sabe que si los números no dan antes del cierre de listas de abril, es probable que tenga que competir por una segunda intendencia en la ciudad. De no hacerlo, sería el primer intendente que no busca la reelección desde el retorno de la democracia. Lo hicieron Usandizaga, Cavallero, Binner, Lifschitz y Fein. Su sueño de gobernar Rosario lo cumplió, y ahora las ambiciones de crecimiento de un espacio CREO en construcción hace que mire en perspectiva la Casa Gris.
La gestión como intendente atravesó distintas tormentas pero supo sobrevolarlas hasta el momento. El último presupuesto, que está pronto a aprobarse en el Concejo, marca una aceleración en el ritmo de obras para el 2023 -algunas ya se empezaron a avizorar-, un equilibrio fiscal después de una herencia con números en rojo, y la readecuación del sistema de transporte que tanto sufrió tras la pandemia. Los flagelos de la seguridad y el humo son externos a su gestión pero también hicieron mella en la opinión pública por el desconocimiento de la población en materia jurisdiccional, aunque siempre se mostró firme en esos ejes desde lo discursivo.
Si no le alcanzara a su espacio para retener la ciudad mientras él competiría por la provincia, no se pondrá colorado y su firma estará nuevamente como candidato a repetir en Rosario, y sus aliados entienden la situación. Las tensiones en Arriba Rosario existen y son lógicas en un grupo en crecimiento y con ambiciones de poder real, aunque por ahora han funcionado como un mismo equipo de trabajo y saben que el principal referente es el intendente. Mientras tanto, Schmuck mantuvo el Concejo aceitado y ordenado, clave en la gestión municipal, a la espera de novedades.
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