El arquero argentino, Matías Cano, jugador del equipo chileno Cobreloa, envió una reflexión sobre la violencia en el fútbol del país vecino luego de la igualdad ante Unión San Felipe por 1 a 1. El guardameta sufrió una indignante situación, fue escupido por un niño que se encontraba en la tribuna mirando el partido.
Una vez finalizado el encuentro, el arquero de 36 años habló con el periodista de la transmisión oficial de TNT Sports. Impactado por la violencia que se vive en los estadios de fútbol de Chile, Cano manifestó: “Hay que educar a las nuevas generaciones para tener un futuro provechoso, no sólo para el fútbol, si no que para la sociedad”
La violencia en los estadios chilenos son cada vez más seguidos y no en un solo equipo si no que se extiende por todo el territorio. Durante el partido, un error del arquero privó al naranja de un triunfo. Cano aclaró luego del partido: “Por un error mío no pudimos llevarnos la victoria, son las cosas que tiene el puesto de arquero. Me tocó a mí”.
“Me gustaría entender a nenitos de ocho años, escupiendo y tirando piedras, muchas veces con el padre al lado. Más allá de que se gane o pierda, nosotros como personas grandes de bien, (tenemos que) dejar algo para el fútbol que viene”, sostuvo
Además, lamentó: “Después esos mismos padres exigen que el niño tenga buenas notas en la escuela, que se porte bien y haga lo que tenga que hacer. Pero para mí es una desilusión muy grande ver que un nenito de siete u ocho años me escupa en la cara… hasta eso está bien, mira a la enfermedad que llegamos”.
“Después vino una roca del tamaño de un cascote… eso no le hace bien a la saluda del fútbol nacional. Yo vengo de Argentina y veo que el fútbol chileno se está enfermando, que pasan cosas todos los fines de semana, racismo y violencia que no es normal, que no está bien”, volvió a contar Cano.
Por último, el argentino cerró: “Hay que educar y ayudar a nuestras generaciones que vienen para que las que vengan sean un futuro más provechoso no solo para el fútbol, para la sociedad chilena. Al llevar a tu hijo a la cancha, explicarle que esto es un deporte, no importa si ganas o pierdes. Obviamente hay felicidad cuando ganas, pero la violencia en los estadios es algo que se debe comenzar a erradicar con lo que tenemos al lado: nuestros hijos, sobrinos y hermanos. Demos un paso adelante y discutamos lo que debamos hacer”.
Comentarios