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Opinión

La puja por el sello: Juntos por el Cambio o un frente a la santafesina

Desde la institucionalidad de los partidos políticos que conforman Juntos por el Cambio no quieren dar el brazo a torcer y perder el sello nacional en la provincia. Insisten con que el año pasado ganaron las elecciones y que no existen argumentos válidos para cambiar las estrategias de cara a la contienda del 2023. Desde otros sectores indican que deberían ir a un frente a la santafesina y dejar de lado esa identidad federal, copiando modelos como el de Mendoza o Corrientes. El frente de frentes, cada vez más inviable.

Tras las declaraciones de Pablo Javkin hace 10 días atrás de que la oposición santafesina tenía que repetir la idea del Frente Progresista, buscando un armado local y alambrando la provincia, Federico Angelini primero, vicepresidente del PRO nacional, y Maximiliano Pullaro después, espacio que preside el Comité Provincial de la UCR, salieron al cruce y ponderaron la continuidad del nombre Juntos por el Cambio para salir a la cancha el año próximo.

Desde esos dos sectores, que trabajan mancomunadamente hace un tiempo, creen que no hay sentido en cambiar la marca de un armado victorioso en las elecciones del 2021. A su vez, desde el PRO estiman que a veces menos es más, y ponen en duda un armado amplio con el socialismo en medio de discusiones de fondo por el tema de seguridad, impositivo y sobre el rol del Estado. Sobre todo, puntualizan esta idea de no acumular porque sí, a quienes ven lejos de los cambios que la sociedad y los votantes de JxC le exigen a sus dirigentes.

Esta puja por el sello tuvo un nuevo round esta semana con la visita de Miguel Ángel Pichetto, recibido por los sectores de Julián Galdeano, Pullaro y Angelini en Santa Fe. Allí se habló de la idea de fortalecer y ampliar Juntos por el Cambio para ser competitivos contra el peronismo provincial, y de los vaivenes de la política nacional que repercuten en nuestro territorio. Pichetto, ex candidato a vicepresidente de Macri, bancó la idea del frente de frentes pero no a cualquier costo, y coincidió con el concepto de no perder la marca en una de las provincias claves en el armado federal.

Pichetto, junto a Pullaro y legisladores provinciales del PRO y el radicalismo.

La figura de Javkin es un eje clave en este rompecabezas. En Rosario, según distintas mediciones privadas, se sostiene el escenario de tercios que se graficó en las últimas elecciones ejecutivas. El peronismo, el Frente Progresista y Juntos por el Cambio se reparten el padrón en partes iguales, y eso hoy se debe exclusivamente a la intención de voto del actual intendente.  Sin embargo, tiene la decisión tomada de avanzar en un proceso de construcción provincial, lo cual le genera un déficit en el caudal a ese espacio en la ciudad, y allí es donde se potencian las chances del PJ local.

El electorado hace tiempo que ya no elige por espacios partidarios sino por las personas a las que tiene que colocarle la cruz adelante. Javkin sostiene la intención de votos para su virtual Frente Progresista, pero no podemos soslayar que el año próximo probablemente compita a nivel provincial y por otro frente. Carolina Losada, senadora nacional del sector radical de Galdeano y vencedora en las últimas elecciones provinciales, hoy piensa más en lo nacional pero nadie descarta que pueda ser una competidora en Santa Fe nuevamente.

Las posibilidades de sucesión de Javkin en Rosario, si se va a competir por la gobernación, están al alcance de la mano: su ladera y socia María Eugenia Schmuck se prueba el traje, y el PRO tendrá un candidato propio que puede ser Gabriel Chumpitaz o el mismo Angelini. No se descarta que aparezcan caras nuevas, inclusive.

El peronismo está en una encrucijada. Marcelo Lewandowski hoy lidera las encuestas en la ciudad de Rosario, pero el dirigente, por el momento, piensa en la provincia. Omar Perotti quiere que se potencie la imagen de su compañero de ruta Roberto Mirabella y piensa en una fórmula con alguna mujer del sur. Sin embargo, la interna está arriba de la mesa, es inevitable, y es probable que Lewandowski no quiera ir a una competencia electoral contra el gobernador. Tampoco tiene decidido disputar Rosario, y de ser así propone que realmente se busque ganar el poder.

Mirabella, Sacnún y Lewandowski, tres dirigentes que pueden competir el año próximo.

Roberto Sukerman piensa parecido desde el espacio del rossismo, y ambos ven como clave la incorporación de Ciudad Futura a un frente ampliado para, de una vez por todas, recuperar Rosario, alguna vez etiquetada como la capital del peronismo.

Los melones se empiezan a acomodar en el andar, y aunque parezca que falta mucho, se definirá bastante el escenario electoral del 2023 en los próximos 3 meses.

El pago de la deuda y los enojos

El gobernador Perotti y su ministro de Economía, Walter Agosto, realizaron una recorrida por distintos espacios para explicar el cobro de la deuda histórica. Pasaron por el ciclo de charlas el Consejo Económico y Social, los legisladores provinciales representados por los presidentes de bloques de Diputados y Senadores, e intendentes y presidentes comunales que serán beneficiados con la repartija del dinero.

Perotti y Agosto con legisladores provinciales.

Allí se dieron detalles de los plazos y condiciones, la famosa “letra chica”, y también sobre el acuerdo con la AFIP de detracción de un 1,9 por ciento de los fondos coparticipables que generó polémica y declaraciones cruzadas por parte de la oposición. Más allá de este entredicho, acuerdo que firmaron 23 provincias de las 24 con distintos dividendos a favor de cada distrito, fueron reuniones positivas y que dieron sus frutos.

Quedó internamente en el gobierno el sabor amargo de no haber sido acompañados en el logro histórico por la oposición provincial, de la cual esperaban, tal vez, un gesto de madurez política y salir de la chicana ante un triunfo que fue de todos los santafesinos. Pasaron 5 gobiernos desde aquel primer reclamo administrativo de Obeid y la posterior presentación judicial de Hermes Binner, y el camino trazado fue tan exitoso que pudimos hacernos de los fondos que nos debía la Nación en términos y condiciones razonables.

Por supuesto que es el rol de la oposición bregar por los intereses generales y funcionar como contralor, pero ante el hecho histórico el malestar se dio por la retórica que eligieron en los medios desde el socialismo y el radicalismo, sobre todo, a la hora de hablar de “entrega” de la provincia y de condiciones no favorables por el acuerdo con la AFIP, que de todas maneras será enviado a la Legislatura para su revisión y aprobación. Explicado el caso, muchos eligieron acompañar el acuerdo. Otros, continúan con la misma dialéctica.

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