Este martes declararon ante la Justicia tres de los catorces policías que están detenidos por el asesinato de Lucas González. Se trata del comisario Ramón Chocobar y los oficiales Sebastián Baidón y Daniel Espinosa, que aseguraron ser inocentes y que no participaron del encubrimiento del crimen. Sin embargo, lo más importante fue la noticia de que la bala del homicidio estaría perdida.
Para los investigadores, la declaración de Daniel Espinosa fue la que más sirvió para continuar con las averiguaciones. De acuerdo a lo dicho por el oficial, él mismo fue el encargado de tomar el trozo de metal de la autopsia del menor y entregárselo a otro agente de la Policía Federal.
“Para mí era un encamisado, lo que cubre la bala. Le avisé a mis superiores y ellos me pidieron que custodiara ese elemento, y que si no llegaba alguien de los investigadores se lo pasara a mi relevo en el puesto. Eso fue lo que hice”, expresó el agente de seguridad. Sin embargo, el rastro del proyectil no se pudo seguir y en la actualidad no se sabe donde está.
Además, el propio Espinosa declaró que “le toma fotos de todo a todo, hasta cuando lo mandan a hacer controles de tránsito”. Este material ya está siendo investigado para poder avanzar en la causa por el asesinato del futbolista juvenil de Barracas Central.
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