Tedros Adhanom, director general de la OMS, pide “a todos los países que refuercen la vigilancia, la secuenciación genética del virus y las notificaciones, para que podamos evaluar el riesgo de nuevas variantes como el EG.5 y el BA.2.86“.
Ambas cepas se han identificado en las últimas semanas como descendientes de la variante omicrón, pero no suponen un mayor riesgo para la salud que otras que han circulado anteriormente. La EG.5 se ha extendido con rapidez por China desde el pasado febrero, acaparando el 70% de las infecciones actuales.
Algo parecido está ocurriendo enel continente americano, en especial en Canadá, Colombia, Costa Rica, Estados Unidos y República Dominicana. Eso sí, sin que haya aumentado la gravedad de la situación, según la Organización Panamericana de la Salud.
Por su parte, la BA.2.86 se observó por primera vez en julio, y desde entonces se ha extendido por Israel, Reino Unido y Estados Unidos. La OMS considera ambas como “subvariantes de interés” por la considerable cantidad de mutaciones que contienen.
Escaso control
En la actualidad, del todos los países, solo 19 reportan a la OMS las hospitalizaciones provocadas por la Covid-19, y solo 17 actualizan sus ingresos en cuidados intensivos. En cuanto a las muertes, son 54 países los que continúan aportando cifras.
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