Los datos científicos “no justifican” por ahora el refuerzo, que además “incrementa la desigualdad” en un momento en el que varios países en desarrollo aún no han podido inmunizar a sus poblaciones más vulnerables, advirtió Didier Houssin, presidente del Comité de Emergencia de la OMS para la COVID-19.
El comité recomendó además a los países miembros de la OMS que por ahora “consideren seriamente” el mantenimiento de las medidas de distanciamiento físico, en un momento de aumento de casos y auge de la contagiosa variante delta.
La semana pasada, Pfizer y su socio alemán BioNTech anunciaron que en agosto solicitarán a las autoridades sanitarias de EE.UU. autorización para una tercera dosis.
Las autoridades sanitarias norteamericanas deslizaron la posibilidad de que algún día se necesite una inyección adicional, como ocurre con muchas otras vacunas.
En la región, Brasil y Chile también comenzaron a evaluar la aplicación de una tercera dosis debido a estudios que señalarían una mayor endeblez de la vacuna china Sinovac (popular en esos países) frente a la variante Delta.
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