En medio de las restricciones anunciadas por la segunda ola del Coronavirus, el Municipio de Rosario dividirá las inspecciones a los establecimientos que desarrollan actividades comerciales en dos tipos: “Programadas” y “En funcionamiento”. La decisión busca acompañar al sector productivo, como así sostener la actividad económica y el empleo.
Las planificadas serán aquellas en las que el personal controlará determinados requisitos formales y legales, dependiendo de la especificidad del rubro. La visita se notificará con una antelación mínima de 48 horas.
En tanto, las de “funcionamiento” tienen como fin examinar el cumplimiento de las disposiciones de factor ocupacional, distanciamiento social, protocolos sanitarios y ocupación del espacio público. A diferencia de las anteriores, se desarrollarán sin aviso previo.
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