Nadie sabe qué será del futuro de Kylian Mbappé. Con Francia adentro de la Copa del Mundo que se celebrará en Qatar entre noviembre y diciembre de este año, el futuro del delantero francés sigue siendo una incógnita. Paradójicamente, su destino estaría entre la capital francesa y la española, ya que el Real Madrid, al que le convirtió en el último partido por los octavos de la Champions League, busca ficharlo.
Ahora, con fin de contrato a mediados de 2022, el atacante de 23 años tendrá que definir si llega a un acuerdo por la renovación en Parque de los Príncipes o se deja tentar por los Merengues.
En este marco, el medio galo L’Equipe, que en los últimos días sembró discordia por el discutido puntaje a Lionel Messi en el choque ante el Madrid por la Liga de Campeones, contó cuál es la estrategia del equipo frances para retenerlo.
En primer lugar, buscan convertirlo en el centro del proyecto del equipo. Una tarea difícil por el rol que tendrá que ocupar el entrenador de turno en la próxima temporada, ante la constelación de estrellas del PSG. Si bien el rendimiento de Mbappé es uno de los más altos de la plantilla, cómo garantizarle ser el eje de la cuestión con apellidos pesados como los de Messi, Neymar, Di María e Icardi (citando a los atacantes) a su lado.
Por otro lado, buscará disciplina y acabar con la vista gorda con algunos pesos pesados del club. Por lo bajo, afirman que Kylian no estaría de acuerdo con ciertas licencias concedidas a algunos de los referentes de la plantilla hoy conducida por el argentino Mauricio Pochettino. Aficionado a sus obligaciones profesionales y el entrenamiento, exigiría trato igualitario sin importar el nombre de la camiseta.
Además, exige que le prometan una salida en 2023. El hecho de que pueda llegar a salir a mediados de este año no quedaría desterrado sino que más bien se postergaría. Mbappé pretende probarse en una liga importante europea del exterior y ese salto de calidad podría dárselo el Real Madrid, pese a que el campeonato español bajó algunos peldaños en el último tiempo. No quiere dejar cerrada la puerta de salida.
Por último, el peculiar detalle que pidió fue que sea el lanzador de tiros libres y penales. Otra instancia difícil, por la calidad de ejecutantes de los que hoy dispone el PSG. Hasta ahora no hubo inconvenientes a la hora de turnarse en cada una de las infracciones a favor. Pero el francés tiene claro que goles son amores y con la prioridad a su favor en las faltas, puede llegar a mejorar sus números personales.
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