El operativo que dispuso la justicia federal contra la banda liderada desde la cárcel por Fabián “Calavera” Pelozo el último viernes en la provincia de Buenos Aires, Rosario y varias localidades del sur santafesino siguen dando que hablar. En total, las detenciones fueron 14 y las órdenes de allanamiento fueron 25, en domicilios rosarinos, de Ybarlucea, Baigorria, Roldán, Acebal y Correa, en el marco de una causa que investiga una trama de asociación ilícita, el tráfico de drogas con un cargamento secuestrado de casi media tonelada de cocaína, el lavado de activos y un doble homicidio de ribetes cinematográficos. Los fiscales a cargo de la investigación son Matías Scilabra y Diego Iglesias, mientras que el juez es Carlos Vera Barros.
La punta del iceberg para llegar a las detenciones habría sido, según fuentes judiciales, el robo de una camioneta Toyota que podría haber estado cargada con droga y hasta lingotes de oro que le pertenecían a “Calavera”, el narco que desde marzo de 2022 pasa sus días en la cárcel federal de Ezeiza. A fines de noviembre de ese año, la Hilux SW4 desapareció del playón penitenciario, durante una visita de sus familiares.
“Calavera” juró venganza. Un par de semanas más tarde, aparecían incinerados Silvio Vitullo y Diego Segura, dos mecánicos que murieron asfixiados dentro de una Citröen Berlingo en un descampado de la localidad bonaerense de Guernica, después de haber sido secuestrados en un taller de Monte Grande al que los habían citado. La sospecha es que ambos habían estado involucrados con el trámite para emponchar la Hilux del líder narco preso y que eso les costó la vida. “Por favor, si alguien los ve, avise. No sabemos nada desde ayer. No se los vio más. Fueron a trabajar y no volvieron. Estamos buscando por todos lados”, habían publicado en Facebook sus familiares.
En 2023, la causa por el doble crimen pasó a la justicia federal, con la hipótesis y evidencia de que había un contexto narco detrás del hecho. Entre otros datos -tal como reveló el portal Encripdata- llamaba la atención de los investigadores un intento de gente vinculada con Pelozo de vender las ruedas que le habían sacado al auto de Vitullo, una de las víctimas.
La boda narco, los bombardeos de droga y la sombra de “Calavera”
Antes de este hecho macabro en provincia de Buenos Aires, Pelozo había aparecido en el radar de otras causas y había resultado detenido en territorio santafesino. En enero de 2022, la denominada “boda narco” en Ybarlucea, que terminó con el crimen de Maximiliano” Maxi Rey” Giménez, su pareja Erica Romero y su pequeño hija. Fueron acribillados e incinerados a bordo de un Audi color negro, a la salida del casamiento.
Esa misma localidad, Ybarlucea, era el punto elegido por la banda de Pelozo para enfriar la droga que se bombardeaba desde avionetas que llegaban al centro norte santafesino, para luego ser enviada al exterior del país o ser repartida en puntos de venta. Ese trayecto fue el que siguió un cargamento de 389 kilos de cocaína que fue interceptado por Gendarmería en la ruta 9 cerca de Ramallo, en el norte bonaerense, a bordo de una Ford Ranger que manejaba la salteña Adelaida “Reina Titi” Castillo. Por esa investigación terminó detenido Pelozo, que cayó en 2022 como responsable del envío.
A mediados de este año, con “Calavera” en Ezeiza y ya apuntado como instigador de aquel doble crimen de los mecánicos, a la justicia le llegó el dato de que un importante envío de droga bajaría por la ruta 11 desde el norte santafesino. Se hablaba de una tonelada de cocaína que podía llegar a Formosa por vía aérea.
Así, en los primeros días de julio, se logró dar con una camioneta que llevaba 464 kilos de cocaína. En la previa, la mercadería se había guardado en un campo en el paraje La Brava, a casi cuatrocientos kilómetros de Rosario. Cuando decidieron bajarlo hacia el sur de la provincia, fueron descubiertos por gendarmes. Circulaban por la ruta 39 y cuando quisieron entrar a la 11, vieron a los efectivos: quisieron girar en “U”, pero ya era tarde. Además de los 14 paquetes con la droga, llevaban envueltos dos fusiles, handy y binoculares.
La zaga iba a continuar dos semanas más tarde, en la zona sur de Rosario: ese día detenían a Carlos Suárez, quien para los investigadores era el enlace con el cargamento que habían encontrado en San Justo. La tarde en la que cayó, en la zona del Fonavi de Grandoli y Sánchez de Thompson viajaba en un Fiat Mobi gris con integrantes de la barra brava de Central rumbo al Gigante de Arroyito, en la previa de un partido que los canallas jugaban con Sarmiento de Junín.
Otra historia particular en esta causa es la de Gregorio Gómez, el abogado penalista que fue uno de los 14 detenidos del último fin de semana y fue capturado en Acebal: con permisos para ingresar a la cárcel como visita de Pelozo, podría haber recibido indicaciones que luego llegaban al resto de la banda. Como el resto de los imputados, en estas horas es indagados por el juez Carlos Vera Barros.
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