Este jueves el juez federal Carlos Vera Barros indagará en Rosario a Mariana Ortigala, una de las personas que fue detenida el último lunes en la madrugada, durante una serie de importantes allanamientos contra integrantes de Los Monos que pidió Pablo Socca, fiscal del MPA. Así, en pocas horas la mujer deberá enfrentar acusaciones tanto de la justicia provincial como de la federal.
La indagatoria contra Ortigala en el ámbito federal llega por pedido de Claudio Kishimoto y Franco Benetti, a cargo de la Fiscalía Federal N° 2. Y según datos a los que pudo acceder RedBoing, la solicitud había sido pedida hace unos 15 días, en el marco de una investigación que lleva tiempo: de acuerdo a datos que pudieron recolectar en la causa, la mujer habría “facilitado lugares para cometer actos de tráfico”, tal como está definido en el artículo 10 de la Ley 23.737. En términos prácticos, lo que habría hecho la mujer fue prestar su nombre para el alquiler de propiedades en Rosario que luego servían como punto de acopio o venta de drogas para Los Monos.
Con ese pedido de indagatoria en camino, se cruzó otra investigación, en este caso provincial: la que venía llevando adelante el fiscal Pablo Socca, por extorsiones a un empresario que tiene agencias de lotería en Rosario. Eso llevó a que se solicitaran más de 40 allanamientos en varias localidades, con la sospecha de que detrás de esas amenazas y atentados al comerciante, también estaban Los Monos y otra vez Ortigala aparecía con un rol protagónico.
Uno de los lugares requisados fue la celda que ocupa Guille Cantero, líder de la mencionada organización, en cárcel de Marcos Paz. Además, se irrumpió en forma sorpresiva en domicilios de Rafaela, Capitán Bermúdez, Granadero Baigorria, Villa Gobernador Gálvez y un barrio abierto de Funes con propiedades de alto valor, adonde se detuvo a Ortigala y a su pareja. Además, se buscó en un exclusivo hotel de Puerto Madero a Lorena C. la joven viuda de David Perona, quien supo ser el capo del juego ilegal en Rafaela hasta que falleció por Covid durante la pandemia.
Otros de los allanamientos se hicieron en San Nicolás: allí se buscó a las hermanas Leguizamón. Una de ellas está presa y la otra con arresto domiciliario. Esta última es cantante de trap y publicó varios videos con el nombre artístico de “La Diabla”. Como dato de color, puede decirse que durante el operativo se tragó un chip de celular, para evitar que se lo lleven las Tropas de Operaciones Especiales. La tercera de las Leguizamón fue la novia de la ya célebre “boda narco” de Ibarlucea, que en el verano de 2022 terminó con un triple crimen.
Si bien la trama completa quedará a la vista cuando se haga la imputación el próximo lunes, lo que se conoce hasta ahora da cuenta de una causa de alto impacto, por los nombres en danza. La sospecha de Socca es que una de las organizadoras era Mariana Ortigala, que habría recibido órdenes de Cantero para extorsionar al titular de varias agencias de Lotería en Rosario.
¿De una banda a la otra?
Ortigala y su hermano Rodrigo habían llegado a tener hace algo más de diez años una relación de amistad con Esteban Alvarado, en los tiempos en los que este se convertía en un actor clave para el negocio narco en Rosario. Por problemas de índole personal, ese vínculo se rompió. Y un tiempo después, los dos hermanos brindaron testimonio a la justicia contra la banda a la que habían conocido de adentro.
En marzo de 2020, como consecuencia de aquella declaración, a Mariana Ortigala le propinaron un atentado en el que cuatro hombres le dispararon más de veinte balazos en la puerta de su casa en Roldán. Sobrevivió de milagro. Pero quien no tuvo la misma suerte fue su amigo Carlos Argüelles, un mecánico que “ponchaba” autos robados para la banda de Alvarado y que dio a los fiscales del MPA mucha información sobre la organización narco. Antes, ella había ayudado a convencerlo de que tenía que abrirse y decir lo que sabía a la justicia.
A los pocos días del ataque contra Ortigala, uno de los que le había disparado fue asesinado. Aquel crimen resonante fue el 19 de marzo de 2020, a plena luz del día en Fisherton. Por esa ejecución, los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra imputaron a integrantes de Los Monos. Y la teoría de los hombres del MPA fue que la banda de Cantero había ordenado vengar el atentado contra la mujer que había atestiguado ante la justicia. El hombre que murió esa tarde, Rodrigo Sánchez, manejaba una Hilux gris al ser acribillado y era ladero del presunto líder narco Esteban Alvarado.
Por otro homicidio, el del prestamista Lucio Maldonado que se había dado en 2018, se llevaría a juicio a Alvarado, que terminó condenado a prisión perpetua. Los fiscales acusadores también fueron Edery y Schiappa Pietra. En las audiencias brindaron declaración dos ex ministros de seguridad (Pullaro y Sain) y se usaron los testimonios que ya habían brindado Argüelles y los hermanos Ortigala.
Según la propia Mariana Ortigala contó en ese juicio, tras el atentado al que sobrevivió había trabado una relación de amistad con Vanesa Barrios, la mujer del líder de Guille Cantero y líder de la banda rival de la que había conocido por dentro.
Para Socca, en el ámbito de la justicia provincial, ese vínculo le sirvió para armar una red que extorsionó a un empresario. Los fiscales federales Kishimoto y Benetti, con otra evidencia, también apuntan en el mismo sentido: Ortigala, además la amistad que reconoció ella misma reconoció tener con Cantero y su pareja, Ortigala habría sido parte de la organización rival a la de Alvarado.
De hecho, en los allanamientos que hizo el MPA esta semana, se encontró a Vanesa Barrios, la mujer del líder de Los Monos, viviendo en una propiedad a nombre de Mariana Ortigala.
Comentarios