La segunda economía del mundo mostró una mínima inflación en términos interanuales en marzo. Los precios minoristas solo avanzaron 0,1% frente al mismo mes del año pasado. Con relación a febrero, hubo una deflación de 1%.
Por otro lado, la inflación básica que excluye a los rubros más volátiles mostró una desaceleración en marzo.
A su vez en el caso del índice de precios a los productores se profundizó la deflación pasando de una caída de 2,7% en febrero a una de 2,8% en marzo.
En este contexto, los analistas esperan que el Gobierno decida nuevas medidas de estímulo teniendo en cuenta que procurará que el crecimiento de la economía se ubique en torno al 5% como en 2023.
Pero las iniciativas para aflojar la política monetaria tienen un límite porque las autoridades también tienen una presión para sostener el yuan que se viene debilitando frente al dólar.
Expandir la economía y mantener el valor de una moneda requieren, en el corto plazo, diferente tipo de medidas monetarias y en ese estrecho margen deben moverse las autoridades chinas.
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