Tras el secuestro de armas en el Barrio Empalme Graneros, el Ministerio Público de la Acusación (MPA) intervino la oficina de Balísitca de la Agencia de Investigación Criminal, ya que se comprobó que varias de las pistolas salieron de allí.
La investigación a cargo de David Carriza pudo determinar que varias de las 11 armas de fuego secuestradas en Garzón al 900 bis, en pleno barrio de Empalme Graneros, salieron de la oficina de Balística de la AIC.
La gravedad institucional del hecho hizo que desde el MPA se solicite la intervención para correr a sus encargados e investigar qué sucedió para que las pistolas lleguen a manos de criminales.
Se secuestraron los teléfonos de todos los integrantes de la oficina, y trabaja la Oficina de Control Policial (ex Asuntos Internos) en conjunto con la fiscalía. Restan pruebas para comprobar si el resto de las pistolas también son provenientes de Balística.
El allanamiento
Por el aumento de la violencia en Empalme Graneros, la Agencia de Investigación Criminal en conjunto con las Tropas de Operaciones Especiales allanaron la casa de una mujer con su hijo. Allí, además de gran cantidad de cogollos de marihuana, secuestraron 11 armas de fuego y más de 100 municiones.
La mujer y su hijo quedaron detenidos en el instante y acusados por la tenencia ilegítima de armas de fuego. Tienen 45 y 20 años, y estaban domiciliados en Garzón al 900 bis. Aparentemente, según los investigadores, es probable que la banda delictiva de la zona haya utilizado esta vivienda como un “aguantadero”.
Las armas eran pistolas 9 milímetros, .45 y .22, con cargadores y 107 municiones. Hasta una de las armas tenía una mira láser. Todos los secuestros se dieron en el marco de la investigación ordenada por David Carizza, fiscal integrante de la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos.
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