Eran las once de la noche, Nerina estaba en su casa junto a su pequeña hija de 3 años cuando recibió una notificación en su teléfono celular de que había sido agregada a un nuevo grupo de Whatsapp. El mismo, estaba compuesto por otras madres y padres del jardín maternal Coloreando, donde su niña había asistido desde marzo hasta noviembre de 2021 cuando abandonó para participar de la colonia de vacaciones del club Remeros.
Las imágenes, que recibió del grupo de padres, en donde su hija era protagonista del mal trato de la directora, eran elocuentes. Sirvieron para entender actitudes extrañas que había notado en el comportamiento de su hija durante el año pasado. La directora de la institución, Sabina Codarín, había agredido a la nena, al igual que a sus compañeritos.
Los retrocesos en la conducta de los chiquitos, víctimas de la situación, fueron evidentes. En los niños de la misma edad que la pequeña de Nerina se replicó la incapacidad de controlar sus esfínteres y la negativa a ser higienizados, inclusive, por sus padres. “En un primer momento lo tomé como parte del proceso, porque es natural cuando empiezan una etapa nueva. Parecía ser estrés. Lo naturalicé, también se lo comenté a la pediatra y dijo que podía ser una causa normal”, afirmó la mujer en diálogo con RedBoing. Esos síntomas se mantuvieron hasta noviembre, cuando se lanzó la colonia en el club Remeros y la menor dejó de asistir a Coloreando: “Volvió a la normalidad, a ir al baño, a higienizarse sin problemas”.
La relación con Codarín comenzó en marzo de 2021, pero poco después se quebró. Las primeras reuniones fueron auspiciosas, donde la agresora se mostraba como una eminencia en la ciudad dentro del mundo de la pedagogía. No obstante, un comentario de su hija comenzó a quitarle el velo.
“Ella es capaz de contar todo. Un día la fui a retirar y al subir le vi la cara. Me dijo ‘la seño Sabina me retó mucho hoy. Le pregunté qué le había dicho y me respondió que ‘la había puesto en el rincón a pensar y que le había gritado’”, reveló. Lo que sucedería el día siguiente rompería totalmente el vínculo entre ambas.
La confrontación a la directora por parte de Nerina se convirtió en un destrato que solo se acrecentaría con el paso de las semanas. “Nunca más me habló, una vez me trató mal y solo se comunicaba con mi marido”, destacó. El tiempo pasó y las señales negativas en la chiquita crecieron. Todo hasta noviembre, cuando se fue de Coloreando.
Horas antes de que el escándalo saliera a la luz, Nerina tuvo en su celular las pruebas de lo que sucedía en el jardín maternal, el lugar donde dejaba a su hija para ser cuidada y estimulada. “En uno de los videos veo cómo mi nena se tira de un tobogán y cuando cae, Sabina le tira con la estructura”, expresó con la voz quebrada.
“No entendía nada, nos afectó muchísimo. Presenciar ese maltrato fue tremendo, tuve consultas con psicólogas y psicopedagogas porque quiero saber qué tipo de abusos sufrió mi hija y qué es lo que no vimos”, afirmó la madre. Su nena, de apenas 3 años, ha vuelto a pasar por la puerta de la institución y ha pronunciado que “no quería ir más a ese jardín porque las seños la retaban mucho”.
Coloreando fue clausurado por la Dirección de Infancias de la municipalidad de Rosario luego que las imágenes de Codarín agrediendo a los pequeños se hicieron públicas. El escándalo se conoció a partir de una mujer que reside en una vivienda lindera y oyó en varias oportunidades los gritos de los niños y la propietaria del establecimiento.
Al jardín, ubicado en Chiclana al 900, asistían menores de entre uno y 4 años. En las imágenes se puede ver cómo ante la mirada de una de las docentes, la directora sacudía y empujaba a algunos niños. Por ese motivo, Nerina asegura que las docentes son igual de responsables que la directora.
Las denuncias contra las tres personas ya fueron presentadas ante la fiscalía y en las próximas jornadas terminarán de testificar los padres. Paralelamente, el proceso continuará sobre los menores, buscando establecer el grado de daño que les generó la situación. Nerina como otros que confiaron sus hijos a un jardín maternal buscarán encontrar la paz tras descubrir por medio de videos el calvario que habían vivido sus pequeños hijos.
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