Cuando se confirmó la noticia de su muerte el pasado martes, Sergio Japino, su pareja por más de 30 años, tampoco hizo mención a la salud de la cantante.
“Raffaella nos ha dejado. Se ha ido a un mundo mejor, donde su humanidad, su inconfundible risa y su extraordinario talento brillarán para siempre”, había comunicado Japino.
“Fue un gesto de amor hacia su público, para que su calvario personal no turbase su recuerdo luminoso”, fue su sentido mensaje.
Sin embargo, medios italianos revelaron en las últimas horas que la cantante habría padecido un agresivo cáncer de pulmón, desde hacía al menos un año.
Además, según el diario español La Vanguardia, el hermano de la diva falleció en 2002 de la misma enfermedad, a los 57 años, al igual que su madre, Iris Dellutri, en 1987 a los 63 años.
El funeral de la diva comenzó con un cortejo que partió desde su casa, en el norte de Roma, que realizará varias paradas en lugares clave de su carrera, como la Radio Televisión Italiana y el teatro de las Victorias.
El cortejo finalizará a las 18 de Italia (13 Argentina) en la capilla del Ayuntamiento, con un funeral que durará hasta la medianoche.
Al día siguiente se retomarán los ingresos y el viernes al mediodía se celebrará el funeral en la Iglesia de Santa María en Ara Coeli, situada en la Piazza del Campidoglio.
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