Hace tiempo que se sabe que Paulo Dybala no continuará vistiendo la camiseta de la Juventus desde la próxima temporada después de que se conociera que no llegó a buen puerto con las negociaciones para renovar el contrato. Este lunes, el cordobés disputó su último partido como local en la Vecchia Signora y no pudo evitar emocionarse al despedirse de su gente.
La Joya llegó hace siete años al elenco de Turín proveniente del Palermo y desde ese momento se afianzó como uno de los jugadores más importantes del plantel. En ese tiempo en el que estuvo en la Juve, el delantero se alzó con 12 títulos a nivel local, un promedio de casi dos por año. Este lunes disputó 77 minutos contra la Lazio, en el 2 a 2 en el Juventus Stadium.
En el momento en que Dybala fue reemplazado por Martín Palumbo, el estadio entero se vino abajo en ovaciones hacia el argentino. La Joya estuvo al borde de las lágrimas y disfrutó del afecto recibido por parte de los fanáticos de la Juve. Antes de sentarse en el banco de los suplentes, el cordobés se abrazó con sus compañeros y aprovechó para sacarse fotos con ellos.
Una vez terminado el partido, las luces del estadio se apagaron completamente y desde el propio club organizaron una despedida formal para el atacante. Recién en ese momento fue cuando se quebró de manera definitiva, cuando se lo vio profundamente emocionado.
Tras no arreglar la continuidad de su contrato -y de protagonizar un enfrentamiento público con los dirigentes del club en los últimos meses-, Dybala se irá de la Juventus en condición de libre. Aunque aún no es oficial, todo indica que no se mudará de Italia y que su futuro estará en el Inter de Milán junto a sus compatriotas Lautaro Martínez y Joaquín Correa.
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