MigraCiudades es un proyecto desarrollado e impulsado por la Organización Internacional para las Migraciones, en alianza con la Dirección Nacional de Migraciones (DNM), cuyo objetivo es contribuir a mejorar y fortalecer las capacidades de los gobiernos locales para gestionar la gobernanza migratoria.
En el transcurso de 2024 y como parte del proceso realizado para acceder a la certificación, se concretó el dictado de capacitaciones a más de 100 integrantes de equipos técnicos municipales de diversas áreas, la identificación de áreas bien desarrolladas y áreas con potencial de desarrollo, el apoyo para el diseño de un plan de acción que permita avanzar en las acciones consideradas prioritarias, y la construcción de un mecanismo de monitoreo que facilitará la implementación de este plan.
La Municipalidad de Rosario logró la aprobación tras presentar el diseño e implementación de un plan de trabajo con acciones priorizadas, que incluye políticas públicas concretas pensadas desde y para las personas migrantes en términos de acceso a la salud, educación, participación social, política y cultural, acceso a espacios de crianza, enseñanza y cuidado para las primeras infancias, participación de los programas municipales de protección social, a servicios legales como asesoría jurídica gratuita, mecanismos específicos para atender a personas migrantes víctimas de violencia de género, campañas de información y/o sensibilización en materia de interculturalidad.
Cabe destacar que la participación de Rosario en esta edición de Migraciudades tuvo como puntapié inicial la invitación del programa a sumarse, debido al trabajo conjunto que la ciudad ha venido llevando adelante con el organismo durante el último año. Por otro lado, las ciudades de Mendoza, Córdoba y Neuquén participaron también de esta edición de Migraciudades, sumándose así a la lista de ciudades argentinas certificadas.
Rosario y la inmigración
Rosario siempre se ha caracterizado por su perspectiva de inclusión y de ser una ciudad de puertas abiertas al mundo. De hecho, en cierta forma, los migrantes han sido protagonistas a lo largo de la historia en su construcción, no sólo edilicia o desarrollista, si no cultural. Allá por el 1900, el intendente Lamas decidió hacer el primer censo de la ciudad, que arrojó una población de 112 mil habitantes. Para sorpresa de muchos, el 58,5% de los mismos eran extranjeros. Sí, Rosario siempre fue un crisol de razas y nuestro puerto seguramente tuvo mucho que ver.
Desde luego que mucha agua corrió por debajo del puente desde aquel momento hasta hoy. La ciudad creció en todo sentido, incluso demográficamente, donde creció más de 9 veces, para superar la cifra de 1 millón de habitantes. También, aquellos viajeros echaron raíces y se naturalizaron como rosarinos y argentinos.
La pregunta que surge es cómo es la relación actual de Rosario como ciudad con sus migrantes. Rogelio Biazzi, jefe de Gabinete Municipal, aporta precisiones al asunto gracias a cifras que se conocieron en los últimos días derivadas de un trabajo estadístico municipal que tiene como fuente principal el Censo 2022: “Rosario cuenta con 28.439 personas que migraron de sus países para radicarse acá, principalmente de Paraguay, unos 5.677, de Brasil, 3.939 y de Perú 3.290, representando un 2,8% de la población total de la ciudad. Cada uno de ellos migró por diferentes circunstancias y hoy la ciudad los recibe con políticas públicas diseñadas especialmente para potenciar su desarrollo”.
“Rosario es una ciudad de oportunidades y, en esta línea, queremos que las mismas sean para todos aquellos que lo deseen sin importar su nacionalidad, que encuentren en ella posibilidad de desarrollo, un hogar, una familia, vínculos”, añadió el funcionario.
Pese al avance normativo y al reconocimiento internacional de los derechos humanos de las personas migrantes, persisten desafíos en la materia. Los movimientos de personas no son fenómenos ajenos a la vida política, social, económica de un país, ni tampoco a la opinión pública. Debido a la complejidad propia del fenómeno migratorio, este motiva fuertes debates en la sociedad, los medios y la política. Muchas veces, el foco de estas discusiones está en los supuestos efectos negativos del movimiento de personas en el país de destino o en construcciones del imaginario colectivo, con prejuicios y estereotipos sobre las personas migrantes, que terminan por vulnerar sus derechos.
Los movimientos migratorios constituyen vectores de cambio con implicancias y repercusiones en distintos niveles: económicos, sociales, individuales, familiares, locales/comunitarios, nacionales y transnacionales. Por tanto, exigen enfoques multidimensionales y atentos a la complejidad constitutiva del fenómeno. La migración es primordialmente una cuestión de derechos para las personas migrantes, pero también puede dar lugar a un círculo virtuoso de impactos positivos para las comunidades de origen y acogida.
Sobre OIM-ONU Migración
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) forma parte del Sistema de las Naciones Unidas y es la organización intergubernamental líder que desde 1951 promueve una migración humana y ordenada para beneficio de todos, con 175 estados miembros y presencia en más de 100 países. La OIM tiene presencia en Argentina desde 1953.
En septiembre pasado, el intendente Pablo Javkin firmó un acuerdo de cooperación con OIM, como marco para profundizar el trabajo conjunto.
Migraciones en el mundo
Según el Informe sobre las Migraciones en el Mundo 2024 publicado por ONU Migraciones, la inmensa mayoría de las personas sigue viviendo en los países en que nació, sólo 1 de cada 30 personas es migrante y hay más hombres migrantes que mujeres, excepto en los mayores de 60 años. En 2022, India, México, China, Filipinas y Egipto fueron (en orden descendente) los cinco principales países receptores de remesas, aunque India se situó muy por encima de los demás. Globalmente, el número estimado de migrantes internacionales ha aumentado en las últimas cinco décadas. El total estimado de 281 millones de personas que vivían en un país distinto de su país natal en 2020 es superior en 128 millones a la cifra de 1990 y triplica con creces la de 1970.
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