Tras los enfrentamientos del fin de semana entre militantes kirchneristas y efectivos de las fuerzas de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, la tensión no cede en el barrio porteño de Recoleta.
El Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta se mantiene firme en la decisión de liberar las calles e impedir las vigilias, pero la disputa interna de Juntos por el Cambio y ahora la orden de la Justicia de retirar sus efectivos para que custodien la zona las fuerzas federales complican el panorama.
En contraposición, Cristina Kirchner lejos de frenar las manifestaciones, las arenga. En cada ocasión que entra y sale del edificio saluda a la militancia, canta y agradece las muestras de respaldo.
Militantes kirchneristas se agolparon frente a la casa de Cristina
Los cruces del fin de semana comenzaron luego de que la Policía de la Ciudad instalara un vallado en frente al edificio de la vicepresidenta. Los manifestantes decidieron avanzar y las fuerzas de seguridad activaron el camión hidrante. El saldo: empujones, heridos y hasta detenidos que fueron liberados horas más tarde.
Tras los incidentes, el Frente de Todos en bloque salió a respaldar a Cristina Kirchner y a repudiar el accionar policial y la decisión política del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta; su jefe de Gabinete, Felipe Miguel, y el ministro de Seguridad de la Ciudad, Marcelo D’Alessandro, por haber ordenado el accionar.
Cristina Kirchner busca capitalizar la movilización y crear una nueva épica peronista de cara a 2023.
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