Mientras algunos países avanzan con planes de vacunación, Brasil se convirtió en el epicentro de la pandemia a nivel global. Con un alarmante ritmo de contagios y fallecimientos, el gigante sudamericano es un verdadero riesgo para la región.
“La situación es profundamente preocupante y las medidas que se deben tomar deben ser lo más serias posibles para lograr un progreso significativo”, advirtió el viernes pasado Tedros Adhanom Gebreyesus, director de la Organización Mundial de la Salud.
En este sentido, el director de emergencias del organismo internacional, Michael Ryan, aseguró que la situación “no deja de empeorar”. Asimismo, reconoció que el mundo está alerta por la cepa brasileña.
Según datos preliminares de algunos estudios obtenidos por la ONU, la variante puede ser hasta dos veces más contagiosa que la original.
Por otro lado, Ryan alertó la “amenaza extrema” en la que se encuentra el país sudamericano, que días atrás llegó a registrar más de 2.000 muertos por coronavirus en 24 horas, y actualmente cuenta con más del 96% de las camas de cuidados intensivos ocupadas en las regiones del centro y sur del territorio nacional.
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