La balacera ocurrida el último sábado en el boliche Mora quedó registrada en video por las cámaras de seguridad. Hubo dos policías heridos y no es la primera vez que ocurre un hecho similar en el mismo lugar. Si bien la Justicia aún no logró dar con los autores, ni avanzar con ninguna pista concreta, diversas fuentes vinculadas al tema coinciden en que detrás de esta repetición de ataques podría haber una trama vinculada al negocio narco en el cordón industrial.
El frente del boliche baleado el último fin de semana.
Otros antecedentes violentos
Cabe recordar que en los últimos años hubo distintos episodios en la noche de Capitán Bermúdez, muchas veces sin la trascendencia pública que tuvo la balacera de este fin de semana, excepto uno: el asesinato de Any Rivero en noviembre de 2014 frente al boliche Stone. La víctima esa vez fue alcanzada por una bala disparada desde una Toyota Hilux y por el hecho fueron condenados Iván Galarza a 18 años de prisión efectiva por ser considerado el autor material del hecho y Brian “Gordo” González a 16 años, como partícipe necesario. Este último es parte de una célula de la banda “Los Monos” que manejaba la distribución de drogas en la zona del cordón industrial.
En 2018, hubo varios atentados al mismo boliche atacado este fin de semana, que en algún momento se llamó Fulana, ya que se trata de un mismo complejo que fue cambiando de nombre, siempre con mismos dueños. Su cara visible es José Luis “Pichi Liberatti”, hermano de un ex concejal de Rosario de la década del ‘90. Hoy, uno de sus hijos también sería socio. El municipio, gestionado por Daniel Cinalli, debería tener las habilitaciones correspondientes para saber a ciencia cierta quiénes son los responsables del negocio.
El 27 de enero de ese año, desde un Citroën C3 también dispararon contra el frente del boliche y resultó herido de arma de fuego un joven de 20 años con domicilio en Rosario. La bala le rozó el cuero cabelludo y otra en su pierna: tuvo que ser internado en el Hospital Eva Perón de Granadero Baigorria. En julio, tres jóvenes fueron baleados en la puerta. Uno de ellos, Agustín L., quedó en grave estado por una herida de arma de fuego en el abdomen. Los otros dos, Alejandro S. y Ezequiel G., ambos menores de edad, resultaron heridos en las rodillas. En ese mismo 2018, a un adolescente de 17 años lo balearon por la espalda dos personas armadas desde un auto a la salida del boliche. El problema se había originado dentro del lugar, según contó el joven, porque unos chicos “buscaban pelea”.
Por eso sorprenden ahora las declaraciones del intendente de Capitán Bermúdez en las que menciona que no es una situación clara porque el ataque ocurrió cerca de la 1.40 hs cuando recién abría el boliche, con la explicación de que éste “no es un horario conflictivo”.
El mismo boliche fue atacado varias veces. Antes, se llamaba Fulana.
Lo que dijo el intendente
Tras la última balacera, el mencionado Daniel Cinalli tomó la decisión de restringir el funcionamiento de los bares y boliches a la 1.30 horas, porque desde la Unidad Regional XVII tomaron la decisión de no enviar adicionales. “Ante la advertencia de la Unidad Regional XVII de que no iba a haber adicionales en la noche de nuestra ciudad, hasta tanto no se analice desde dónde viene el atentado y las circunstancias que está investigando Fiscalía y la Agencia de Investigaciones, era lógico que tomáramos la decisión de preservar la vida de nuestros chicos, entonces decidimos acotarlo al mismo tiempo que buscamos una solución” expresó Cinalli en declaraciones a radios rosarinas.
Los boliches tienen la obligación por ordenanza municipal de contratar seguridad, pero se encuentran ahora después de los disparos del fin de semana con la negativa de la policía de mandar adicionales. “El trasfondo no lo conozco de por qué tomaron esa determinación”, agregó Cinalli quien se reunió este martes con el ministro de Seguridad provincial, Claudio Brilloni.
Además, Cinalli planteó que dentro de los boliches se venden estupefacientes: “Lo ha habido siempre, las personas que tienen los dos boliches de nuestra ciudad se dedican al rubro de la noche hace muchos años y son muy conocidos; pero sí creo que la sociedad está atravesada por el consumo de estupefacientes y en los boliches aún más. No sabemos si es una amenaza extorsiva contra el boliche, un atentado contra los policías o una disputa entre narcos”, hipotetizó.
En sus declaraciones, Cinalli dejó entreabierta la hipótesis también de una participación de mano de obra policial en el hecho del último fin de semana, o al menos de connivencia con quienes la ejecutaron. “Los policías atacados eran de Rosario y no de la Unidad Regional de San Lorenzo”, aclaró varias veces el intendente de Bermúdez. Así, otra lectura posible es también que la propia fuerza podría haberse “cobrado” así el haber pisado territorio ajeno.
Extorsiones e incendios
Sobre las extorsiones a boliches en Bermúdez hay también un historial poco conocido. En abril de 2021, Fulana recibió una llamada telefónica donde le exigían una suma de dinero “para dejarlos trabajar tranquilos”. Esa investigación la llevaba la Fiscalía San Lorenzo, que citó a testigos de identidad reservada y al dueño del local, pero nunca se supo si la investigación avanzó.
También puede mencionarse el incendio del otro local bailable que funcionaba en Capitán Bermúdez, “Punta Arena”. El 15 febrero de 2020 fue prendido fuego, según determinarían luego las pericias de Bomberos Zapadores, que encontraron bidones de nafta alrededor del complejo, que quedó completamente destruido. Según trascendidos, había existido una amenaza previa. Pese a esto, el boliche volvió a abrir. Pero en marzo de 2022 volvió a incendiarse, esta vez en el sector de baños y el VIP, aunque las pericias no lograron reflejar si esta vez también fue intencional.
La pelea por el territorio
La otra hipótesis que deslizó el intendente Cinalli es que la violencia en Mora es el rebote de disputa de bandas narco por el territorio. La semana anterior a la balacera, se había dado un incidente dentro del boliche, resuelto por la seguridad del lugar. Según testigos, aquella noche habían comenzaron a pelear varias personas y una había sacado un revólver.
Capitán Bermúdez tiene una historia de violencia relacionada al narcotráfico que cómo se señalaba anteriormente tuvo su consecuencia más cruel con la muerte de la joven Any Rivero.
El 28 junio de 2018 fue acribillado a balazos, Juan Ramón “Juanse” Ríos, un presunto e histórico capo narco de esa localidad. La investigación había puesto la lupa en una rivalidad entre “los Ríos” y “Los González”, que había incrementado las balaceras entre ambos grupos.
La investigación llevada a cabo por los fiscales Aquiles Balbis y Viviana O´Conell derivó en una decena de allanamientos en Fray Luis Beltrán, Capitán Bermúdez, Granadero Baigorria y Rosario con varios detenidos. El jefe de la por entonces Policía de Investigaciones -hoy AIC- y encargado de esos operativos, fue el comisario Inspector Ernesto Gaudencio.
Relaciones peligrosas
Gaudencio sería pasado a disponibilidad en junio de 2021, después de una investigación de los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra por la muerte de Juan Cruz Vitali, quien había muerto por un disparo en la nuca del comisario Sergio Di Franco un mes antes. Ese hecho se dio también en Capitán Bermúdez y a la salida del boliche, en un caso de gatillo fácil.
Edery y Schiappa Pietra acusaron a Gaudencio de “plantar pruebas” para favorecer la obtención de la libertad de Di Franco. El Inspector le enviaba los informes de pre autopsia y otras cuestiones relacionadas con pericias a otro policía, también imputado en ese caso: Gustavo Spoletti, otro jefe policial muy cercano al senador Armando Traferri, con quien mantuvo comunicaciones en esta causa.
Spoletti también está imputado en la causa del narco Esteban Alvarado y por otro caso en San Lorenzo. los mismos fiscales Edery y Schiappa Pietra lo imputaron por peculado, por haberse encargado de mandar policías para vigilar los carteles de campaña del senador Traferri en 2017.
El asesinato de Vitali dejó entonces al descubierto la trama de complicidad de la Unidad Regional XVII dentro del departamento San Lorenzo. Unos años después, hubo otro crimen en la región por el que también quedaron cosas a la vista: el homicidio del narco Marcelo “Coto” Medrano, asesinado en septiembre de 2020 frente la YPF de Granadero Baigorria.
Medrano era integrante de Los Monos y barra de Newell’s. Gabriel Godoy, policía de la URXVII, fue uno de los mencionados por la investigación de su muerte. Para los fiscales Edery y Schiappa Pietra, había manejado el auto que llegó hasta el lugar de los hechos. La hipótesis del MPA fue que detrás de la ejecución había estado su hermano, “Dani” Godoy. Ambos cayeron en marzo de este año y fueron imputados por controlar la venta de droga en la zona norte de Rosario desde el barrio Remanso Valerio, en Granadero Baigorria.
Los que investigan el mapa narco del Cordón mencionan también el desembarco del “Clan Ungaro” en Capitán Bermúdez, de la mano de Jésica “la Fea” González, pareja de Claudio “Morocho” Mansilla, uno de los fugados de la cárcel de Piñero en 2021. La mujer sería proveedora de armas y estupefacientes para varias bandas y para Jeremías “Pato” Mac Caddon, también condenado.
Mac Caddon pretendía erigirse como el “mayorista” de Los Monos en el Cordón Industrial y antes de caer se jactaba en escuchas que tiene la justicia de haberse “sentado a arreglar con la gorra, con las gorras de todos los colores” para manejar la distribución de drogas desde el cordón industrial hasta Santa Fe.
En un audio de whatsapp de voz y texto Mac Caddon le dice a “Dani” Godoy, ahora ambos detenidos: “Pillín que me la chupe; Pipi Traferri, una atención y no jode más. El único complicado es Sain que anda haciéndose el loco, pero ese lo puede manejar ahí la diputada porque es de Buenos Aires”.
Frente a los datos vertidos en esta nota, hay más de una razón para pensar que los hechos violentos frente a los boliches de Capitán Bermúdez no son una repetición de casos policiales aislados, sino postales de la pelea narco en el Cordón Industrial, con bandas de vinculación con actores de la policía y la política regional. A la palabra final, la tiene la justicia.
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