La Asociación del Fútbol Argentino emitió un comunicado en la mañana de este viernes para confirmar la suspensión de la fecha en divisiones juveniles por el asesinato Lucas González. El joven era parte de las divisiones inferiores del club Barracas Central, fuertemente emparentado con el presidente de la entidad, Claudio “Chiqui” Tapia.
“En señal de duelo, con motivo por la trágica muerte del jugador, se suspende la actividad de las divisiones inferiores y juveniles programadas para este viernes, sábado y domingo”, apuntaron desde la casa madre del fútbol argentino. Y añadieron en un comunicado oficial: “Esta lamentable pérdida enluta al fútbol argentino todo, el que acompaña con pesar a sus familiares y amigos en estos dolorosos momentos”.
Lucas González, jugador juvenil de Barracas Central, murió este jueves tras ser atacado a balazos por tres agentes de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires. El joven de 17 años se encontraba internado en el hospital El Cruce, cuando ingresó con deterioro neurológico y muerte cerebral.
Por otra parte, el Ministerio de Justicia y Seguridad, a través de la Oficina de Transparencia y Control Externo, inició un sumario administrativo a los efectivos involucrados en el hecho. Mediante una resolución, se los desplazó de su cargo y puso a disponibilidad de la Justicia.
“El Ministerio de Justicia y Seguridad, a través de la Oficina de Transparencia y Control Externo inició un sumario administrativo a los tres miembros de la Policía de la Ciudad involucrados en el hecho de Barracas. Mediante esta medida se los desafectó de la función operativa y se los paso a disponibilidad. Ahora esperamos que es lo que determinará la Justicia”, indica el parte oficial.
El miércoles, cerca de las 10 de la mañana y a metros de uno de los ingresos a la villa 21-24, tres policías de civil, circulaban por la zona a bordo de un móvil no identificable y se toparon con Lucas y sus amigos, quienes salían de un entrenamiento del club Barracas Central.
Los efectivos afirmaron que en ese momento dieron la voz de alto para identificar a los ocupantes del vehículo en el que iban los jóvenes y que estos aceleraron para escapar. Además, apuntaron que hubo un tiroteo entre unos y otros. Sin embargo, con el avance de la investigación su testimonio comenzó a caer y ahora se cree que sucedió lo contrario.
Según pudieron reconstruir, los policías, no identificados y en un auto que no era de la fuerza, habrían cruzado a los futbolistas y estos habrían escapado pensando que los querían robar.
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