Un trágico caso de femicidio conmocionó a la ciudad de Junín, en la provincia de Buenos Aires. Walter Urbieta, de 48 años, chofer del equipo de reserva del Club Sarmiento, atacó brutalmente a su exesposa, Claudia Leguiza, de 47 años, en su domicilio del barrio San Juan. El ataque, perpetrado con una barra de hierro, ocurrió en presencia de su hijo de siete años.
A pesar de tener una orden de restricción vigente debido a antecedentes de violencia de género, la pareja había intentado retomar la convivencia, solicitud que fue rechazada por el Juzgado de Familia ante la oposición de sus hijos mayores. Tras el crimen, Urbieta dejó a sus dos hijos menores en un kiosco cercano y huyó en motocicleta. Horas más tarde, su cuerpo calcinado fue hallado junto a su moto en la Ruta Provincial 65, en las cercanías de Tiburcio, lo que sugiere un suicidio.
La fiscal Vanina Lisazo, a cargo de la investigación, confirmó que la víctima presentaba múltiples fracturas y heridas defensivas, indicando la violencia del ataque. “Fue víctima de una agresión extremadamente violenta”, explicó. Y aseguró: “Tenía múltiples fracturas y cortes defensivos en los brazos, pero la causa de muerte fue el estallido de cráneo”.
Respecto al hallazgo del cuerpo del femicida, se detalló: “La autopsia y las huellas dactilares confirmaron su identidad. También fueron reconocidos los anteojos que quedaron en el lugar por uno de los hijos”. Además, aclaró que las autoridades del club Sarmiento colaboraron con la Justicia en la búsqueda horas antes de que encontraran su cadáver.
“Como justicia llegamos tarde, siempre llegamos después. Pero espero que la difusión de este tipo de casos sirva para que más mujeres se animen a pedir ayuda. Hoy existen recursos para protegerlas y evitar tragedias como ésta”, concluyó Lisazo.
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