“Suelten a los Cantero, liberen Los Monos o matamos a todos los fiscales”. Esas palabras llegaron el lunes en un llamado al 911, en el marco del juicio contra Los Monos que se realiza en el Centro de Justicia Penal de Rosario. Por este motivo, desde el Ministerio de Seguridad provincial redoblaron las custodias junto a la Policía santafesina a los jueces y fiscales Matías Edery, Miguel Moreno, Gastón Ávila y Aníbal Vescovo, que son parte del proceso.
El fiscal Franco Carbone aplicó una serie de medidas a partir de la comunicación al número de emergencia y se encuentra a la espera de resultados. En paralelo, el procedimiento contra Ariel Máximo “Guille” Cantero y seis miembros de su banda, acusados de ser los presuntos autores de al menos diez atentados contra domicilios de funcionarios e instituciones judiciales cometidos entre mayo y agosto de 2018, avanza.
Asimismo, el líder de la banda narcocriminal comenzó en las últimas horas una huelga de hambre, luego que fuera aislado en el penal federal de Marcos Paz, donde fue remitido este año desde la Unidad 11° Piñero, por intentar prender fuego una heladera en el SUM del pabellón 7.
Según el Servicio Penitenciario Federal, Cantero expresó: “La puta que los parió. Les voy a quemar todo, no me importa nada”. Y añadió: “Ya saben quien soy yo, manga de soretes. Se van a querer matar. Todo el día voy a romper las bolas. Lo hice ayer y voy a seguir hoy”.
Respecto al juicio que se lleva a cabo en el Centro de Justicia Penal, para los fiscales Matías Edery, Gastón Ávila, Miguel Moreno y Aníbal Vescovo, el acusado, que cuenta seis condenas por diversos delitos, organizaba desde la cárcel ataques a funcionarios y edificios públicos, en su gran mayoría en simultáneo.
Los primeros objetivos de las balaceras fueron dos propiedades donde vivió el juez Ismael Manfrín, quien presidió el tribunal de juicio contra la banda de Los Monos donde “Guille” terminó condenado a 22 años por considerarlo jefe de una asociación ilícita, cohecho agravado y el homicidio de Diego “Tarta” Demarre.
Los ataques fueron con la misma metodología, una moto con dos ocupantes llegó hasta el lugar, uno de los cuales disparó con un arma calibre 9 milímetros al menos en seis oportunidades. Para la Fiscalía el plan fue ideado por Cantero. Los atentados fueron en forma simultánea y la organización y coordinación de esos ataques armados estuvieron a cargo de Matías Nicolás César, quien está imputado en otras cuatro balaceras.
Una de ellas, en Zeballos al 2500 propiedad que supo ser de la familia de la jueza Marisol Usandizaga, quien integró junto a Manfrín el tribunal que presidió el juicio a la banda de Los Monos, según trascendió la agresión armada llevada a cabo el 26 de julio de 2018 fue ordenado por Guille Cantero a César, a quien le brindó direcciones de propiedades que debían ser objetos de ataques.
Por otro lado, también se produjeron atentados contra propiedades vinculadas a dos camaristas que formaron parte del tribunal que revisó las condenas impuestas a los integrantes de la banda de Los Monos.
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