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Opinión

Javkin se relanza y se postula, mientras se demora el frente de frentes

Pablo Javkin relanzó su espacio “Arriba Rosario”, integrado por su partido CREO y el radicalismo universitario. Estuvo acompañado por su socia política María Eugenia Schmuck, y se sumaron dirigentes de toda la región para realizar un Foro para la Reconstrucción post pandemia.

Con tres instancias de debate, generó charlas con sectores de la sociedad civil, la producción y la política. Todo sirve para ampliar el intercambio sobre cómo vamos a reconstruir los lazos rotos por la pandemia, la crisis económica y social que vivimos, pero también como excusa para robustecer el armado político que hoy tiene conformado. Además, fue claro antes de las exposiciones: insistió con que quiere ser el próximo gobernador de la provincia de Santa Fe, y eso ya no es noticia.

Un dato no menor es que en el escenario principal estuvieron presentes intendentes de otros espacios, como Leonardo Raimundo, de San Lorenzo y radical de Galdeano, y Alberto Ricci, de Villa Gobernador Gálvez y socialista. También se hizo presente el ex intendente de Santa Fe y actual diputado nacional Mario Barletta. Cada señal política de Javkin es hacia el armado amplio con el sector que hoy compite a nivel nacional dentro de Juntos por el Cambio.

Raimundo, de San Lorenzo y Ricci, de Villa Gobernador Gálvez, entre los presentes.

Fallecido Miguel Lifschitz, se aceleraron los tiempos para muchos. Inclusive para Javkin, que ante la ausencia de candidatos surgidos del consenso general cree tener la posibilidad concreta de competir y ganar las elecciones del año próximo en la bota santafesina. Lo natural, como hemos visto en las últimas 3 gestiones –Binner, Lifschitz y Fein- es que el alcalde rosarino busque repetir mandato. Sin embargo, la ambición de él es saltar un escalón e ir en búsqueda de la conducción de la Casa Gris. La investidura del intendente de la ciudad siempre posee un plus en la conquista de electores y eso lo posiciona.

En Rosario, si es así, la candidata natural para sucederlo del espacio es Schmuck. La presidenta del Concejo ha competido en distintas contiendas locales, se ha fortalecido en las relaciones con las otras fuerzas a partir del diálogo en el cuerpo, cuenta con su pierna derecha que es su marido y actual rector de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) Franco Bartolacci y, sobre todo, con el aval del propio Javkin.

Schmuck, Gianelloni, Biazzi, Chale, Bartolacci. El equipo del intendente.

Seguramente no será fácil el tramo hasta la competencia general, ya que queda mucho tiempo por delante, y escollos difíciles de roer para la concejala. Por ejemplo, una interna competitiva contra candidatos del PRO o del mismo socialismo si es que se termina sumando a un espacio amplio. Inclusive, por qué no, que surja algún dirigente dentro del mismo Arriba Rosario con ambiciones para competir.

Las elecciones universitarias fueron muy prometedoras para Bartolacci, y quedó fortalecido para su propia reelección en el rectorado. Además, la tendencia se marca en las casas de estudios de la universidad y el viraje hacia el radicalismo en todos los ámbitos en los que se compite políticamente. Eso puede apuntalar la candidatura de Schmuck, sumado a que es una persona de consenso dentro de la UCR, con relación buena con todos los sectores.

Metropolitano fue el escenario del relanzamiento de Javkin y su gente, y ahora deberá fortalecer la gestión para poder salir de algunos ejes que le vienen trayendo dolores de cabeza. Resolver el tema del transporte -primordial-, definir la licitación de la basura, colocar las cámaras de seguridad vial y de control, y embellecer espacios públicos que se han venido a menos producto de la falta de presupuesto por la crisis pandémica y la económica heredada, son las materias pendientes que tiene el intendente para encarar limpio y tranquilo el 2023.

Puede haber provincia sin Rosario, y sucedió muchas veces, pero no hay antecedentes en la era moderna de un candidato rosarino que pueda ser vencedor sin tener la casa en orden y su bastión asegurado. El resto del territorio le cuesta a cualquiera que salga desde acá a recorrerlo, y para eso necesita de alianzas fuertes y una gestión aceitada que le permita ausentarse al mandamás municipal del Palacio de los Leones. Ese es el desafío de Javkin para el año que queda antes de las elecciones si quiere llegar con chances.

Frente de frentes en el freezer

El asado fundacional del frente de frentes que se iba a realizar en la sede local del Partido Demócrata Progresista (PDP) quedó finalmente suspendida. Rencillas internas dentro del socialismo, enfrentamientos públicos en el radicalismo y falta de consenso en el PRO hicieron que no se pueda llevar adelante la idea y quedó la carne en el freezer hasta nuevo aviso.

Galdeano, Pullaro, Corral y Losada cerrando la campaña. Dos sectores radicales que competirán en una interna.

Sin socialismo no hay frente de frentes. Ese concepto recorre las voces de los dirigentes que pretenden impulsar este nuevo espacio, aunque tampoco limitan un nuevo armado a sumar o no al partido de la rosa. Se concretará, de todas formas, con todos aquellos que pretendan sumar a un esquema nuevo de trabajo, pero si el socialismo no termina de salir del closet la idea madre no será la misma.

Hay sectores del Frente Progresista, como algunos radicales, el PDP y el mismo Pablo Javkin, que ya han tomado la determinación de aceptar una agenda en conjunto con Juntos por el Cambio y andar un camino hacia un nuevo espacio político para enfrentar al peronismo en el 2023. Sin embargo, con el socialismo afuera pierden una porción importante de la torta que se puede quedar por fuera de la sumatoria en la elección general.

El socialismo corre un riesgo alto. En el afán de subirse el precio de cara a negociaciones que, según ellos, llegarán recién en febrero del año próximo, puede quedar aún más reducido a la mínima expresión. El futuro incierto de la conducción partidaria, con la militancia diseminada y con dirigentes que no terminan de sacar la cabeza en lo electoral, se le va a hacer difícil potenciar la imagen antes del cierre de listas. Además, las distintas miradas que hay al respecto entre el sector de Bonfatti, que quiere sentarse desde ahora con los distintos grupos, y la del lifschitzmo que quiere esperar, hace que la definición no pueda llegar pronto.

El PRO tampoco tiene allanado el camino. Federico Angelini, vicepresidente del PRO nacional y referente provincial, posee una mirada positiva del frente de frentes, pero sabe que los tiempos son otros. Apurar los plazos puede ser contraproducente para todos, y es por eso que la idea es seguir potenciando a cada grupo para después confluir en un armado grande.

Por otro lado, Gabriel Chumpitaz, hoy es ladero de Pullaro en el espacio Evolución está decidido a jugar en ese esquema. Y Miguel Del Sel se arrimó al grupo de Anita Martínez, en primer lugar, y busca generar consensos con el radicalismo de Julián Galdeano, pero también hoy se vio una foto de él con Jorge Fauríe, ex canciller de Macri cercano a Angelini -hasta compartió listas en las internas pasadas. Muchas partes deben consensuar para tomar definiciones unívocas y por eso se dilata la decisión en el macrismo.

Del Sel y Faurie tomaron un café.

Gabriel Real, diputado provincial y presidente del PDP, quiso ser el “neutro” que convoque al acto fundacional, y terminó diluido en medio de todas las internas partidarias ajenas a sus posibilidades de intervención. El asado, por suerte, dura seis meses en el freezer. Quién te dice que para ese entonces ya se pueda haber concretado la cena.

 

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