El Intendente Javkin respondió la querella iniciada por Beto Riva y expresó que su práctica desleal y amedrentadora tiene una mecánica similar a los lamentables hechos delictivos que viene sufriendo la ciudad
Además, elevó ante la Oficina de Gestión Judicial su respuesta negativa ante el pedido de conciliación propuesto por la justicia, amparado en numerosos puntos. “No vamos a ceder ante el amedrentamiento y las extorsiones. Que ni se les ocurra pensar que vamos a retroceder ante estas prácticas. Queremos una ciudad de Rosario para los buenos”, indicó el Intendente.
Entre los puntos en cuestión, pone en conocimiento al Tribunal de los diferentes panfletos que han sido pegados en el mobiliario público y expresa: “al evidenciarse que esta práctica desleal y amedrentadora tiene una mecánica similar a otros procesos lamentables que viene padeciendo esta ciudad, donde hechos delictivos de suma gravedad son acompañados de notas anónimas con mensaje de tipo extorsivo y difamatorio similares a los presentes, es mi deber solicitar que las constancias aquí acompañadas sean adjuntadas a los fines de ser investigado su origen y eventual vinculación con otros posibles delitos de acción pública”.
Alberto Ribadero, como es su verdadero nombre, se arroga ser el supuesto representante del Sindicato de Vendedores Ambulantes (Sivara), representación sindical no reconocida ni por la Provincia ni por la Ciudad. En 2019 fue denunciado penalmente por los mismos vendedores mediante una presentación judicial. Las crónicas periodistas del momento reflejaron que la misma incluyó audios de whatsapp y videos donde el denunciado pedía dinero a cambio de protección para ejercer la actividad.
Riba había sido sancionado por la Municipalidad hace unas semanas luego de lo que fuera el extorsivo incidente protagonizado por él y alguno de sus seguidores el 11 de mayo en el Parque Independencia con motivo de la apertura de los Juegos Crear, cuando el mismo Riva impidió por la fuerza el ingreso de los alumnos y alumnas de las distintas escuelas de la ciudad que habían llegado allí con la ilusión de competir en las distintas prácticas deportivas.
En este mismo episodio, Riba agredió verbalmente a la Secretaria de Control Carolina Labayru que se encontraba tratando de restablecer la situación en el lugar.
También fue sancionado por el art. 300 del nuevo Código de Convivencia que prevé una sanción para “la persona que mediante actos determinados obstruya o altere la fluidez o seguridad del tránsito o que mediante actos extorsivos y/o de cualquier otra manera se arrogue preferencia de uso sobre la calzada o parte de la misma sin autorización alguna de la autoridad”. Más allá de la multa pecuniaria, Riba deberá concurrir al Programa de Masculinidades dependiente de la Secretaría de Género y Derechos Humanos de la Municipalidad de Rosario por los actos de violencia de género que suscitó contra la secretaria municipal.
Javkin puso de manifiesto al Tribunal que no se vio garantizado su derecho al desconocer cuál sería el delito de acción privada que supuestamente ha ofendido al querellante.
El Intendente también anunció que se elevaron las pruebas al Tribunal Municipal de Faltas para que actúe de acuerdo a su incumbencia en relación a la pegatina de panfletos en columnas, bancos, plazas, postes e incluso al pie de las estatuas de los leones que custodian el frente de la Municipalidad, generando un visible daño en el mobiliario público.
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