Javier Milei, firmó durante la noche del viernes el veto a la ley de reforma previsional aprobada por el Congreso de la Nación. El presidente estuvo al borde del límite de los diez días establecidos para rechazar una normativa antes de que se oficialice automáticamente. La medida se realizó en el despacho de la Casa Rosada junto a Karina Milei, secretaria General de la presidencia y hermana del mandatario.
El principal argumento del Poder Ejecutivo para desechar esta ley, que logró un amplio consenso tanto en la Cámara de Diputados como en la de Senadores, es que el incremento previsto para los jubilados pondría en peligro tanto el superávit fiscal como el plan económico en curso.
La noticia se dio a conocer tras una reunión que el presidente Milei mantuvo el viernes por la tarde con los diputados y senadores de La Libertad Avanza y los miembros aliados de la cámara baja, donde se definió una hoja de ruta legislativa y se acordó el respaldo necesario para ratificar el veto presidencial.**
En el documento, que se oficializa con su publicación en el Boletín Oficial, el presidente argumenta que la nueva fórmula para aumentar los haberes jubilatorios es “manifiestamente violatoria del marco jurídico vigente en tanto no contempla el impacto fiscal de la medida ni tampoco determina la fuente de su financiamiento”.
En la misma línea, Milei también critica al poder Legislativo, instándolo a “actuar con sensatez institucional, de forma responsable, cuidando de no emitir disposiciones cuya aplicación sea inconveniente para las cuentas públicas, o que contradigan la proyección de ingresos y distribución de gastos prevista en el Presupuesto Nacional”.
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