Un fuerte sismo de 7.1 grados en la escala de Ritcher se sintió sobre el este de Japón este sábado. Además de los daños materiales, la catástrofe natural dejó al menos 124 heridos, ninguno de gravedad.
La mayoría de los afectados residen en las prefecturas de Miyagi y Fukushima. Se vieron involucrados en diversos accidentes como incendios y desprendimiento de tierra. Según el Sistema de Alerta de Tsunamis de Estados Unidos, no hay amenaza vigente, aunque el sismo afectó en gran parte a las localidades.
El temblor también dejó sin luz a casi un millón de hogares en distintos puntos de la costa oriental japonesa, aunque el suministro eléctrico se ha recuperado ya en la mayoría de zonas afectadas, salvo por algunos puntos en Fukushima, donde también hay problemas con el suministro de agua.
La oficina del primer ministro, Yoshihide Suga, instó este domingo a la población a mantenerse alerta ante la posibilidad de que haya réplicas de intensidad similar a lo largo de esta próxima semana.
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