“Mi deber es proteger la vida del pueblo y siempre digo que no vamos a celebrar los Juegos si no puedo proteger al pueblo. Eso se sobreentiende, es la condición principal”, expresó el funcionario.
El Comité organizador de la competencia se mostró a favor de realizar los JJ.OO con público local y en burbujas, por lo que se anularían los ingresos que provoca el turismo. Sin embargo, libraría al territorio de una masiva ola de contagios de Covid-19.
Mientras tanto, el Parlamento japonés debate si la responsabilidad de permitir que se hagan los juegos recae sólo en Suga o bien, si la gobernadora de la metrópolis de Tokio, Yuriko Koike, también debería pronunciarse.
“No estoy huyendo de mis responsabilidades pero es una pena que esta sea la dirección que está tomando el debate en el Parlamento”, aseguró el Primer Ministro.
Por su parte, la mandataria aseguró que “un aplazamiento es bastante difícil” y desmintió que los sponsors quieran atrasar el evento.
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