La localidad de Juárez Celman, ubicada a 23 kilómetros de Córdoba Capital, se convirtió en noticia hace más de tres años por la usurpación de un gran predio. En aquel entonces, 230 familias se habían instalado en un terreno donado por el cura párroco de la Iglesia contigua.
Después de varios meses de negociaciones, se logró un acuerdo para desalojar a los residentes. Sin embargo, ocho personas decidieron quedarse y usurpar la capilla. Actualmente, el lugar está cerrado con candados y es utilizado para diferentes emprendimientos, como un kiosco, una casa de lencería y un parripollo.
Por este motivo, en dicha jurisdicción no hay más misas y las clases de catequesis, las comuniones o bautismos se celebran en la plaza. En esta línea, Miryam Prunotto, intendenta de Juárez Celman, contó que los vecinos “están muy enojados y da mucha tristeza ver la capilla en esas condiciones”.
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