En el denominado grupo de la muerte, Hungría todavía sigue con chances matemáticas de clasificar. Este sábado por la mañana, en el Puskas Arena, el combinado local empató en uno con los vigentes campeones del mundo y dejó la zona al rojo vivo para la última jornada.
En un estadio totalmente colmado de gente, la Selección Hungría recibió a Francia por la segunda fecha del grupo. Si bien en la previa el conjunto galo era ampliamente favorito, dentro de la cancha no pudo demostrar esa supuesta superioridad.
El equipo local comenzó el partido atacando más de lo esperado por los franceses, a los que sorprendieron con el planteo. En un encuentro parejo, los húngaros llegaron a ponerse en ventaja cuando le restaban solamente segundos al primer tiempo.
Fiola ingresó por el lateral derecho del combinado francés y definió de la mejor manera ante la salida de Lloris. De esta manera, y contra todos los pronósticos, los locales daban el golpe y derrotaban al último campeón del mundo.
Sin embargo la alegría húngara no duró mucho. Mbappe, Benzema y Griezmann comenzaron a gravitar más en el partido, y fue justamente el jugador del Barcelona el que llegó al empate a los 20 minutos del complemento. A pesar de los constantes intentos por conseguir los tres puntos por parte de Francia, el resultado final terminó siendo un empate en uno.
De esta manera, Hungría le puso pimienta a un grupo en donde parecía ser el equipo a vencer. Con este resultado, sumado al posterior triunfo germano, Francia sigue siendo el líder del grupo con cuatro puntos, seguido por Portugal y Alemania con tres unidades. El conjunto húngaro quedó último en su zona, pero todavía con chances matemáticas de clasificar.
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