Las restricciones a las importaciones provocan falta de insumos básicos para la producción local. Ingresan pocas marcas de afuera. Los comercios tienen poco surtido para vender.
El problema lleva más en un año, pero en el último tiempo se ha agudizado más.
Los proveedores entregan solo el 25% de lo que solicitan, debido a que no hay insumos para la producción.
“El problema es muy grave para la gente que trabaja con camiones o tractores porque no encuentran neumáticos para trabajar. Conseguir una llanta lleva a hasta seis meses”, aseguró un comerciante del sector.
Fate, la fábrica argentina
El drama se hizo más visible desde hace unos días cuando Fate, la única firma fabricante argentina de rodados, mandó una carta a sus proveedores donde dejaba en evidencia las dificultades que tenía para importar insumos.
Fate es una empresa nacional, una de las pocas que quedan. El resto de las marcas vienen de afuera. Esto viene de hace casi 2 años. Empezaron a restringir la importación de marcas de afuera y ahora le tocó el turno a los de acá
Fate salta por ser una empresa nacional que solo cubre el 20% de la demanda, no tiene todos los productos que se necesitan. El otro 80% lo cubren las marcas importadas que no están entrando
Stock reducido
El stock se va reduciendo porque los locales venden 10 y reponen 3.
Además, en el último año las cubiertas en todas las líneas aumentaron el 70%, y cada una ronda entre los $15.000 y $20.000 para vehículos particulares.
El problema de Fate
La semana pasada, la fábrica mandó un comunicado a sus proveedores, en el cual indicaba: “En virtud a las nuevas disposiciones establecidas por el Banco Central, aquellas empresas que adquieran bienes del exterior se encuentran impedidas de efectuar pagos de sus importaciones tanto con la modalidad de pago anticipado como de Pago Vista, es decir pago por bienes ya embarcados”.
“Atento que nuestros proveedores de materias primas requieren como condición comercial dichas modalidades de pago para el suministro de los bienes, nos vemos imposibilitados de ser provistos de la materia prima necesaria para la fabricación de nuestros productos”.
“La situación informada, la cual resulta imprevista e inevitable y que va más allá de nuestra voluntad, tiene como consecuencia inevitable la parada en la producción y la reasignación de productos que se encuentren a disposición para la venta. Por tal motivo, lamentamos informarle que nos vemos obligados a reprogramar parte de las entregas previstas para el presente mes”.
Ante este comunicado de la empresa, el Banco Central se puso en contacto con Fate e indicaron que la empresa no tenía ningún atraso en la fabricación ni debió paralizar la producción.
Luego, el presidente de Fate, Javier Madanes Quintanilla, expresó que se vieron obligados a evaluar los insumos críticos y eso los llevó a tener diálogo con el Banco Central para pedirles que iban a tener la necesidad de una excepción para el pago de insumos.
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