Esta mañana, el Gobierno británico anunció un plan de defensa que incluye la ampliación de su arsenal de armas nucleares por primera vez desde la caída de la Unión Soviética en 1991. Dentro del comunicado, se ratifica la “presencia militar permanente” en las Islas Malvinas.
Ante la noticia, se produjo un choque diplomático con la Argentina y desde la cartera que conduce Felipe Solá, apuntaron al “diálogo bilateral”.
“Las consideraciones postuladas por el primer ministro Boris Johnson reiteran la tradicional mirada colonialista del Reino Unido sobre las Islas Malvinas, y el conjunto de posesiones británicas alrededor del mundo“, comenzó la Cancillería.
Luego, aseguraron que los hechos “no expresan novedad respecto de la política colonial británica” y que el objetivo del país europeo es “controlar el acceso a la Antártida”.
“La Argentina denuncia en forma permanente que uno de los objetivos principales del Reino Unido es sostener una base militar en Malvinas, circunstancia que los países del Atlántico Sur de América Latina y África que conforman la Zona de Paz del Atlántico Sur (ZPCAS) han planteado como una amenaza para toda la región. ”, recordó la entidad.
Para finalizar, remarcaron que “la situación ocurre en un contexto de profunda preocupación por parte de quienes creen que el Brexit debilitó la posición británica en el mundo”.
“La República Argentina reitera que, tal como está enunciado en su Constitución y como lo ha venido planteando permanentemente desde el retorno a la democracia, solo reconoce el diálogo, la diplomacia y la paz como los únicos caminos para recuperar el ejercicio de la soberanía en las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur y los espacios marítimos circundantes”, cerró el comunicado.
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