Un operativo coordinado entre fiscales provinciales y federales terminó este miércoles con la detención de doce integrantes de Los Monos y allanamientos a “cuevas” en pleno centro de Rosario en la que se cambiaba la recaudación de los búnkeres, que terminaron con al menos cinco financistas demorados. Según fuentes de la investigación, dentro de la estructura de la banda fundada por el “Viejo” Cantero, las células que se desarticularon hoy respondían a Celestina Contreras, la madre de Guille Cantero y actualmente detenida en una cárcel federal.
Los allanamientos fueron hechos por la División Antidrogas Rosario de la Policía Federal. La causa se había abierto en octubre del año pasado y estuvo a cargo del fiscal federal Javier Arzubi Calvo, de la Procuraduría de Narcocriminalidad (PROCUNAR) con actuación de Matías Scilabra y de los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra por el MPA. Para los delitos investigados había competencia concurrente de la justicia federal y la provincial.
Con las pruebas obtenidas hasta el momento, el juez federal Marcelo Bailaque dio la orden para realizar esta mañana más de 30 allanamientos. En Rosario, hubo 16 procedimientos en los barrios Las Flores y La Granada, más otros ocho en Arroyo Seco, 1 en General Lagos, 1 en Funes y 5 en la ciudad bonaerense de San Nicolás.
Entre el material secuestrado, había cocaína y marihuana lista para comercializar, plantas de marihuana y elementos de corte, cinco armas de fuego de distintos calibres, proyectiles, balanzas de precisión, más de 3 millones de pesos, 7.500 dólares, 8.260 pesos uruguayos y 5.000 guaraníes. También se incautaron vehículos y motos. Una fuente de la investigación reveló a Red Boing que esta célula vendía unos dos kilos de cocaína por semana.
Un dato que llamó la atención fue que una de las solicitudes para allanar -a una “cueva” del centro donde se presumía que la banda cambiaba por dólares lo recaudado de la venta de droga- no fue respondida por el magistrado. En ese marco, desde el MPA se decidió solicitar la orden a la justicia provincial e irrumpir a la tarde en tres lugares vinculados a la organización: una oficina en Santa Fe al 1200 y el domicilio particular de un financista, que resultó demorado. El más extenso de los allanamientos fue en España al 800, donde se demoró a cinco financistas más.
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