Dayna McGregor decidió adoptar una cabra originalmente para que se comiera el pasto de su jardín, pero terminó agarrándole cariño y se la quedó como mascota. Ahora Goatee (un juego de palabras entre goat -cabra en inglés- y goatee, como se le llama a la barba candado) le acompaña a todas partes, de compras, de fiesta, por la calle… y hasta cuando sale a surfear.
McGregor le enseñó al animal a subirse sobre una tabla, y ahora la cabra toma las olas como si de un surfista profesional se tratara: con dos años de edad, lo que más ama es ponerse su chaleco salvavidas especial para domar algunas olas.
McGregor ahora usa a su mascota para que los más jóvenes le pierdan el miedo al mar: “Creo que los niños ven a la cabra y dicen ‘¡Guau! Es increíble que pueda surfear’ y como que les quita el miedo al océano y las olas”, explicó el instructor sobre el efecto calmante que tienen las cabras en los niños.
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