Tras la polémica por los dichos de Pablo Javkin que se mostró en contra de la instalación de fibra óptica en las instalaciones de la cárcel de Marcos Paz, donde está alojado Guille Cantero, el director del Servicio Penitenciario de Santa Fe dio sus explicaciones. En diálogo con Nacho Russo por Radio Boing, Gabriel Leegstra dio su punto de ver sobre la situación.
“Estamos trabajando siempre para mejorar la prestación del servicio, la manera de dar seguridad hacia adentro. La demostración es la inversión que está haciendo la Provincia. Estamos realizando un control de ingreso, tanto de seguridad externa como interna en los penales”, destacó.
Luego, continuó: “En estos momentos están instalando una seguridad similar a la de los aeropuertos, como los bodyscanner y un detector de metales. Esto sumaría tecnología a la requisa de las visitas, pero también al personal penitenciario. Esto fue colocado en Las Flores y funciona parcialmente. En la semana que viene se va a colocar en la de Piñero, que se suma a los inhibidores de señales”.
Con respecto a los dichos del intendente de la ciudad, Leegstra señaló: “La fibra óptica es un avance en lo que es la comunicación. Si está solamente en la administración no es un problema, necesariamente va a redundar en beneficios en comunicaciones en áreas que deben trabajar y que deban estar en contacto con otros organismos”.
“Nuestros internos tienen teléfonos fijos colocados que son de dos empresas: una por cobro revertido y otro por tarjeta. Esto está enmarcado en los derechos de la comunicación de los presos. Tienen dos teléfonos por pabellón, que son normas internacionales que residen en nuestra constitución”, aseveró.
A su vez, el director del Servicio Penitenciario de Santa Fe aclaró cómo es el manejo de los mismos dentro de un penal. “La comunicación en un principio es libre, no tienen controles salvo que se inicie alguna investigación judicial y será el juez el que determine si se hace alguna intervención o prohibición de la utilización de los mismos. Se supone que debería hablar con su familia. Por ley, no podemos estar escuchando las llamadas de todos”.
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