Este lunes la policía se llevó una sorpresa cuando llegó con la orden para derribar una vivienda en el pasaje Ivanowski, a pocos metros de calle Necochea en la zona conocida como “La U” dentro del barrio Tablada, en la zona sur de Rosario. La medida había sido solicitada por el fiscal Franco Carbone y la resolución judicial para demoler la casa -la tercera al ingresar al pasillo- estaba fundamentada en la aplicación de la nueva Ley de Microtráfico, a la que adhirió la provincia a fines de diciembre. Pero hoy, los primeros efectivos que arribaron al lugar se toparon con la resistencia de una mujer que vivía en la propiedad que iban a tirar abajo y habló con los periodistas que habían llegado a cubrir la nota.
“Es todo mentira lo que dicen. No sé por qué hacen esto. Vinieron, me allanaron y no encontraron nada. Ahora vienen y me van a tirar abajo la casa. Yo soy la única dueña acá. Vivo con mis cinco hijos y mis tres nietos. No sé qué voy a hacer, esta es una pantalla para hacerse notar. A mí me dieron un boleto de compra venta. Yair, que lo denuncian los de la justicia, es mi hijo. Vive conmigo y no tiene ninguna relación con una banda”, dijo Carolina ante micrófonos y cámaras de TV.
Mientras Carolina hablaba, sus vecinos terminaban de sacar las cosas de la casa: muebles, juguetes, colchones y una heladera. Unos minutos después, en medio de la resignación y la bronca de la mujer, comenzaban los mazazos contra las paredes de la propiedad.
En este marco, Red Boing pudo acceder a las imágenes que subió a redes sociales Yair, el hijo de la mujer a la que hoy le derrumbaron la casa. El pasado 5 de enero, cuando allanaron el domicilio que hoy fue demolido, al único que se encontró fue al joven. No estaban la madre, ni sus hermanos. En el operativo policial, solicitado por el fiscal Carbone, se encontraron tres vainas calibre 9 milímetros, algunos envoltorios de cocaína, casi cincuenta chips de teléfono y siete celulares. Cabe recordar que hace varios años las organizaciones criminales vinculadas a la venta de droga en Rosario afianzaron otra forma de hacer caja mediante balaceras y extorsiones.
Según fuentes con acceso a la causa, Yair está nombrado en varias denuncias anónimas como puntero del narco “Chuky” Monedita y vendía droga en ese mismo pasillo. Y en los expedientes presentados por el fiscal Carbone a la jueza Castelli para solicitar el derribo, figuran varias balaceras en la misma cuadra de calle Necochea en la que se llevó adelante el operativo del lunes.
La ley de narcomenudeo
Tras la escena protagonizada por la dueña de casa que pedía que su propiedad no sea demolida, el Secretario de Seguridad de la provincia, Omar Pereira, le decía a Red Boing: “Hay una resolución de la jueza, que se basó en elementos probatorios presentados por el fiscal. Ustedes han visto los disparos en las paredes en este pasillo, acá hubo varios allanamientos. Aquí ha muerto gente también”.
El funcionario indicó además que no las bandas han modificado su estructura de funcionamiento en la última década: “El del búnker es un concepto que ya no cabe para esta situación. Aquello existía hace unos diez años, tenían una ventanita muy chica y alguien que lo atendía en turnos a veces de hasta 24 hs, sin poder salir. Lo que existen ahora son viviendas usurpadas, que se utilizan para acopios de armas o droga, que inclusive van cambiando de manos”.
El proceso de derribo de propiedades vinculadas a la venta de droga en Rosario comenzó el pasado jueves en la zona oeste y continuó al día siguiente, con la destrucción de la que fuera la casa de Jorge “Gordo” Funes, padre de los líderes de un clan familiar que llenó de violencia la zona sur de la ciudad en los últimos años, a partir de su enfrentamiento con la banda de los Caminos. Este lunes, la picota del Ministerio de Seguridad llegó hasta Tablada y más tarde se iría a Empalme Graneros, a tumbar propiedades usurpadas por Fran Riquelme, otro referente de las organizaciones narco criminales rosarinas.
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